Lo que mi vida, en general; el video de ‘la Fernandito’ en Constitución (ver al principio de este post) y ‘Dolor y Gloria’, la película de Pedro Almodovar (que hace rato quería ver y, finalmente, compré en AppleTV) tienen en común es la dificultad (en mi caso, bienvenida) para hacer el duelo frente a la perdida del amor incondicional, que, en los gays, está generalmente relacionado con la madre. Hay, desde ya, varias teorias psicoanalíticas que vinculan el taboo del incesto con la condición homosexual. Varias de ellas plantean que la perdida del objeto amado por la prohibición Edípica hace que, o bien, el joven gay se identifique con su madre y erotice a su padre y aquellos clones que aparecerán posteriormente en la vida ; o bien, que el joven se ofenda tanto con su madre que decida rechazar todo lo que se le asemeje, es decir, a las mujeres, en general. En cualquier caso, el vínculo entre madre e hijo se transforma en un foco de afecto muy intenso que se vuelve aún más fuerte bajo la culpa y la presion que genera por un lado el disfrute de la relacion y, por el otro, la presion social para que el niño sea hetero y tenga su propia familia. Lo que quiero decir con esto es que si bien puede romantizarse una relación entre madre e hijo como la que se puede ver, de manera muy fragmentaria, en los videos de ‘Madre’ conmigo al final de su vida; lo cierto es que a lo largo de la vida, esa relación de amor incondicional esta cargado de una serie de traumas que marcan el modo en el que ese hijo se permite pasar el amor y amar a otros.
Cuando ví el video de ‘la Fernandito’, me impresionó que lo primero que dice al entrar al auto (un lugar en sí mismo muy uterino) es: ‘perdí a mi mamá hace cuatro años’. Esa es su carta de presentación. Es como si usara esa ‘noticia’ (si se puede hablar de noticia tras cuatro años) para justificar el ‘desastre’ en el que se ha convertido frente a una ‘amiga’ que desde la seguridad de la propiedad del auto viene a asegurarse de que está viva y tambien a marcar la diferencia entre ambas. Sin embargo, el daño que mediante la droga y cierto modo de vida, la Fernandito se provoca tiene dos objetivos contradictorios pero no por ello inválidos. Por un lado, poner su cuerpo y su sensibilidad al limite de lo vivo. El tipo de experiencia de vida de la Fernandita hace que cualquiera de nosotros seamos zombies o muertos vivos. Sin embargo y por el otro lado, esa ‘vivacidad’ demanda el recreo del anestesiamiento narcórico ya que no hay cuerpo que aguante. En cualquier caso, lo que la Fernandito necesita es sentir para compensar por un vacío que melancólicamente rechaza aceptar.
Fueron muchos los que en su momento me recomendaron que viera ‘Dolor y Gloria’. Es una especie de versión cinematográfica y muy pintoresquista de los primeros años del blog. La insistencia fue tal que supe, de inmediato, que ese no era el momento para verla pero tal vez haya sido el vacío social generado por la cuarentena que me impulse a mirarla. En términos generales puedo decir que la pelicula me gustó y me decepcionó al mismo tiempo. Esto ultimo está vinculado con el modo en el que Pedro Almodovar, cada vez más, fetichiza la estética para cubrir todo de una pátina de belleza (que, dicho sea de paso, es su firma autoral) transformada en obstáculo para la necesaria suspensión del descreimiento que su, por otro lado, increíble guión (y casting) plantea. El personaje de Antonio Banderas se colocó debajo de mi piel desde los primeros segundo de película. En sí mismo encarna la reflexion de una generación que atravesó el destapa madrileño, la heroína y la apertura de España al mundo con sus consecuencias de globalización neoliberal y perdida de identidad. El modo en el que representa la heroina como alegoría del utero materno frente a la imposibilidad real de realizar el luto y reconocer el abismo abierto por la perdida del amor incondicional emociona. Este blog comenzó en un momento muy parecido al de la relación interrumpida entre el personaje de Pedro/Banderas y el, entonces, drogadicto Leonardo Sbaraglia, maravillosamente elegido para ese personaje, precisamente, por su incapacidad de transmitir otra emoción que no sea la fascinación por adormecer toda sensación. Treinta años antes lo hacía con las drogas, inmediatamente despues se limpió de ellas y lo hizo haciendose heterosexual y abrazando el placebo de ‘la familia’ y ahora lo hace haciendose el ‘bueno’ palermitano. El momento del encuentro de Banderas y Sbaraglia tras treinta años de no verse tras el final de una relación que terminó porque los términos en los que estaba planteada era, como en el caso de Krishna y yo, la adicción osea la necesidad de alcanzar la sensacion total obturando la capacidad des sentir es, precisamente, el encuentro entre un hombre que siente pero no quiere sentir y otro que ha elegido como modo de vida esforzarse por sistematicámente no hacerlo. La brillantez de la mirada tonta de Sbaraglia y el reconocimiento de lo perdido (no cuando se acabo esa relacion sino con la muerte de su madre) al reflejarse en sus ojos estáticos por parte de Banderas es pura genialidad.
Otro aspecto que nos une con la Fernadito y Almodovar en su ‘Dolor y Gloria’ es la necesaria desmoralización de la droga. Un tipo de desmoralizacion que en ambos casos se hace carne para, en el caso de la primera plantearse con un tragico realism y en el caso del español, caer en la innecesaria ficción del final feliz. Como muchos de Ustedes saben, uno de los grandes amores de mi vida ha sido mi amiga Jenna quien al yo comenzar a derrapar (feo) con la droga no dudó en pegar un portazo y me excluyó de su vida. Esa incapacidad de ver la droga como un paso necesario en el modo en el que podemos procesar el amor (perdido) en vez de como autoindulgencia hace que una amistad sea imposible. Por eso, el momento del portazo fue, por lo menos, allí mismo, el final real de la amistad. Dicho de otro modo, en esas profundas oscuridades la insistencia en la moralidad es o bien un chiste de mal gusto o un acto de sadismo calculado. Uno de los problemas que muchas veces tengo con mi grupo de recuperación de drogas es, precisamente, que, más allá de lo que plantea, su profundamente puritana religiosidad que apunta a reconvertir al ‘caído’ en un actor productive de la comunidad transforma a las recaidas o al consumo en un acto culpable de autoindulgencia (mas alla de que afirme una y otra vez que es una enfermedad) en lugar de un paso necesario en el largo y a veces peligroso proceso del encuentro consigo mismo a partir del reconocimiento de la perdida. Entre el automatismo trágico de la enfermedad y la decisión subjetiva de la autoindulgencia está la necesidad de equilibrar el dolor psíquico dek sentir extremo con un poco de adormecimiento. Esto es algo que la Fernandito sabe y afirma maníacamente cuando rechaza los consejos de su amiga ‘superada’. Eso es algo que Almodovar inyecta en Antonio Banderas cuando frente al ofrecimiento de la anestesia del sexo reconciliatorio con Sbaraglia, decide rechazarlo para quedarse sólo para hacer el amor no con el cuerpo del argentine sino con su recuerdo y en eso, la heroina le ayuda a reforzar el fantasma sinestésico del recuerdo del verdadero amor que casi nunca coincide con un evento histórico. Somos mundos. J A T
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Que capacidad para poner en palabras el agujero que tenemos que soportar en la vida. Nadie se salva: Fernandita, la amiga superada… no hay clausura posible por mas “final feliz” “familia” y “estilo bueno palermitano” la herida siempre está. El arte es una de las formas de tratar esa falta insuperable. Loveartnotpeople!!!
Me encanta leerte podría poner cosas sobre los claros oscuros de la zona de la fernandito y mi vivencia. Pero estoy leyendo muchos psicóticos que les pega mal la cuarentena. Así que si algún día te cruzó en la calle te lo diré en dos palabras.
Sacando la sexualidad y el problema de esa situación aún en tiempos actuales, la situación y la realidad hoy no son fáciles de sobrellevar para los seres sensibles. La sensibilidad excesiva te lleva en este mundo a una inexorable depresión, que a la larga o te mata o te lleva a formas de escapar (como las adicciones, relaciones peligrosas, entre otras cosas). Algunos, entre los que en parte me considero, nos invade un cinismo tal, al cual solamente en mi caso redimo al tratar de ayudar a otros o hablar para poder dar aliento a quien lo necesita. En estos tiempos donde el inocente es pisoteado, oprimido, y corrompido; no hay lugar para un alma sensible que no se encuentre anestesiada, engañada o simplemente alejada y ajena a la realidad en que vive. Ojalá esta etapa de oscuridad sea la puerta a un período mejor.
Bienvenido este respiro en el blog, frente a tanta tensión que se venía generando con opiniones políticas. BTW, reseña visceral seguida de un video del bahiano, a quien hace rato no se veía.
Ah, pido disculpas por el atrevimiento, no soy lectora vieja. Pero hace varios meses ya que no puedo vivir sin ustedes.
Tengo un amigo que no veo hace por lo menos 3 años. Hijo de padres divorciados, sufrio traumas como el secuestro de su propio padre, que lo alejo de su madre, de sus amigos y del deporte que practicaba y lo mantenia estable.
De adulto fue introducido al mundo de la cocaina por sus compañeros de laburo, todos empleados bancarios. Su “paso necesario en el largo y a veces peligroso proceso del encuentro consigo mismo a partir del reconocimiento de la perdida”, por ponerlo en los terminos que menciona Rodrigo, lo llevo a cortarse las venas y terminar internado al borde de la muerte. Me pregunto entonces, cual es el limite de ese proceso? Como ayudar a alguien asi? o simplemente se lo deja atravesar el proceso, con el riesgo de que se mate? Si el mismo nos mentia a sus amigos para poder drogarse en soledad, como puede existir ahi la amistad?
Ahora se lo intenta transformar nuevamente en un “actor productivo”, y paradojicamente solo le permiten tener contacto con su madre y sus compañeritos bancarios faloperos a traves de video llamadas, el anestesico mundo de las telecomunicaciones.
Atravieso una situación similar con una amiga que hace dos días se cortó el cuerpo en un intento de suicidio. Hace años que consume todo tipo de drogas y no es el primer episodio donde atenta contra sí misma. Y tengo el mismo dilema.
Por posteos como este sigo entrando al blog.
Yo también.
sabelo (que siempre morimos)
Gracias, Rodrigo, por compartir la reflexión que se te disparó en este momento. Por estas entradas genuinas y profundas, vuelvo al blog (obvio que también soy ferviente seguidor de las más light). Verdaderamente, ese vínculo primigenio madre-hijo, que es el germen de la arquitectura de nuestro laberinto psíquico, es un misterio sagrado. Cariños en esta cuarentena forzada, aunque todos sepamos que a diario vivimos en una cuarentena emocional autoimpuesta.
Qué acertada conjunción: La Fernandito y “Dolor y Gloria”.
A mí la película me impactó . Más allá de mi admiración por Almodóvar, las últimas películas me habían resultado un poco decepcionantes y me lancé a ver esta sin demasiada expectativa.
La estética almodovariana de los colores estridentes y la decoración acentuada que utiliza en el interiorismo es cierto que banaliza y aliviana las situaciones pero es uno de sus sellos y por la costumbre no reparé.
Apenas comienzar me fui abismando en una atmósfera de melancolía que después asocié con el grabado Melancolía I de Durero y el estudio de la obra que hice en su momento. Se sospecha Durero lo realizó en pleno duelo por la muerte de su madre.
Freud escribió un tratado llamado “Duelo y melancolía’. Al duelo lo coloca en un lugar de normalidad mientras que a la melancolía como patológica. Aunque ambos estados asociados a la pérdida del objeto amado.
El personaje de “Dolor y gloria” puede traspasar ese duelo, varios duelos, con mayor o menor dificultad. Volcándose a la heroína y rechazando un encuentro del que seguramente iba a salir mal parado. Se encierra en sus fantasmas e ideales de amor y finalmente sale.
La Fernadito por distintos motivos y carencias no puede atravesar el duelo y quedó sumida en la melancolía eterna.
PD. Antonio Banderas está brillante en un papel muy difícil. España saca lo mejor de él.
Y “La noche de mi amor” por Chavela Vargas pone la carne de gallina.
Almodóvar hace décadas entró en el star system y esa enajenación de la realidad empeoró mucho sus películas. Quizás esta autobiográfica safa un poco.
Parece que la depresión básicamente surgió para que pequeñas crías de mamíferos que no encuentran a sus madres se depriman y se queden quititos y descansando en algún lado. Quizás también tiene la función de procesar otras pérdidas.
Por eso no entiendo que no se insista en lo más importante que es el sentimiento de comunidad y el calor humano, que incluye una dosis de erotismo del día a día.
Que buen post, sinto que la conozco a esa chica trans
y yo que pense que era re divertido y progre ser gay, chocho con que le van a enseñar el esi al pibe en la salita y ahora me desayuno que alto mambo negro.
Me dejaste pensando por horas …pero con la muerte de Loof me dejaste en algo.
Conocí a Almodovar allá en la época de Kika y su entorno era hermoso, todo freaky español estaba ahí, Fast Forward 10 años atrás y nos vimos en el Curzon Mayfair en una premiere, si se acordó de mi y me saludó y hablamos esquivo el tema Carmen Maura, su entorno era Penelope Cruz y Gwyneth Paltrow entre otros, no era Almodovar.
Y de ahí que entiendo tu comentario sobre la estética, le paso como a De Loof se le terminó la transición española a la democracia y se quedó sin momento. Por eso no miro mas sus películas.
Francois Ozon te pone una película con Catherine Denueve y es under, Almodovar es nada perdió su momento.
En cuanto a la historia de fernandito ….las señoras pacatas odian a la droga sin embargo se clavan cuanto rivotril tengan a mano y entiendo tu comentario sobre el grupo de ex adictos , alguien que se droga muchas veces lo hace por no tener soluciones de terapia o psiquiátrica.
Lo único que no estoy de acuerdo es que apliques el método marxista, en el Morocco la fernadito hubiera sido alguien …y hubiera pasado penurias pero créeme que sin eso la sociedad pacata jamás se hubieran acordado que existen, hasta Gasalla puso a la Cacho en su programa.
Paradógicamente, el día en que iba decidido a ver esta película en el Lorca me desvió en cambio de plan un encuentro café por medio con un nabo con el que me estaba viendo por esos días.
Igual… con tus palabras, siempre sabias, puedo entender las referencias sin haberla visto.
Yo creo que tenemos un privilegio enorme en haber podido estar acá desde antes de la muerte de tu mamá, porque algunos casi sentimos que te acompañamos, que es lo que uno siente ganas de hacer.
La frase de marketing “no es un blog más” acá cobra realidad, no a fuerza de vender, sino de amar. Amar al arte, quizás, o quizás a cierta gente, aunque se llame “love art not people”, casi citando a “Toda Tuya”.
Al carajo con la moral. Para poder amar no hace falta ese carril paralelo, sino el deseo de transitar la vida con él, con el amor.
En la forma que fuere, todas son válidas.
No la vi. Hace rato que no disfruto del cine de Almodóvar. Lo último que me gustó mucho fue Carne Trémula.
La escena que más me gusta. En el segundo 0.40 todavía se me erizan los pelos de nuca. Es hott.
Me acabo de dar cuenta del cuadrazo que hay en el fondo. Este Almodóvar siempre con sus planos PERFECTOS.
Hola, me interesó mucho este post.
No soy homosexual y tampoco consumo ni consumí drogas, pero si sufrí la pérdida de mi madre á los 7 años y mi vida se vino abajo desde ese momento. Me ha llevado gran.parte de mi existencia hacer el duelo.He leído que especialistas dicen que los primeros 7 años en la vida de una persona son los más importantes, y que si son buenos, pase lo que pase podrá “sobrellevar” mejor las situaciones duras.
En mi caso no fue así, aunque ahora estoy más tranquila, el hueco por la pérdida de mi.madre sigue vivo.
Para no explayarme, quiero señalar otro.punto importante al que referís, Rodrigo, y es, la actitud de un amigo o ser querido ante la autodestrucción del otro. ¿qué podemos hacer y hasta dónde?, uno acompaña y trata de comprender pero con el tiempo cae en la cuenta de que la ficha en el.otro caerá por si sola.
Lo digo porque tengo un hermano en esa situación ( vive en el exterior y esta “mejor) fue peligroso para si mismo y para el resto y “frenó” un poco cuando perdió trabajo, vecinos lo denunciaron y demás. De echo, yo, escapé del país donde estaba para comenzar una vida nueva porque casí me mata.
No creo que todo amigo o ser querido de un portazo por malo , si no porque muchas veces los elementos con los que cuenta para ayudar al otro son escasos.
Es triste y de eso también cuesta hacer el duelo.
Un abrazo!
Qué potro eres, Cañe .Una mirada además profund …. Pero que cara que tenéis, joder!
Hagamos un filme: ” Love Art Not People”, no he visto mejor tītulo que este.
Fernandito donde estas?
supongo que la fernandito no existe mas, sino su malvadìsima amiga ya l ahubiera exprimido en otro video.
Maravillosa reseña Rodrigo.
Maravillosa pelicula.
https://youtu.be/zDfLc5l-T2o