
ESTE TEXTO NO ES MIO SINO DEL NEW YORK TIMES
Jamás viajó más allá de Baltimore, donde alguna vez fue desde la casa de su familia en el sur de Virginia, pero sus células han viajado alrededor del mundo y más allá.
La enterraron en una tumba sin lápida, pero millones de células suyas (generadas a partir de un diminuto trozo de su cuerpo) están etiquetadas en laboratorios universitarios y compañías de biotecnología de todo el planeta, donde se siguen reproduciendo y desde hace 67 años han seguido siendo parte fundamental de los avances en el campo de la medicina.
Henrietta Lacks, tataranieta de un esclavo, fue una agricultora de tabaco. A pesar de que sus células revolucionaron la medicina, su familia siguió siendo pobre y algunos de sus miembros ni siquiera tuvieron seguro médico. Sus células, que se han reproducido prácticamente sin fin, fueron tomadas de su cérvix unos meses antes de su fallecimiento sin ofrecerle una remuneración ni haber obtenido su consentimiento. Posteriormente, se comercializaron y han sido enviadas por doquier. Hay miles de patentes en las que están involucradas sus células y se han obtenido millones de dólares en ganancias.
Lacks dejó cinco hijos y un legado médico incomparable al momento de su muerte, el 4 de octubre de 1951, en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore, a causa de un agresivo cáncer cervical. Tenía 31 años.
Cuando convalecía, un médico del hospital Hopkins apareció en un programa científico para la televisión. “Permítanme mostrarles una botella en la que hemos cultivado enormes cantidades de células cancerosas”, comentó George Gey, mientras sostenía las células de Lacks. “Es muy probable que a partir de estudios fundamentales como estos seamos capaces de encontrar una forma de erradicar el cáncer por completo”.
No se hizo mención alguna a Lacks en televisión y no hubo un solo obituario dedicado a ella. Después de su muerte, un técnico laboratorista en una sala de autopsias tomó más células valiosas de su cadáver. En el historial médico de Lacks, un doctor registró pequeños tumores blancos que cubrían algunos órganos: “parecía como si el interior de su cuerpo estuviese recubierto de perlas”.
conoci la historia en el laboratorio de la Unsam hace unos años y les pregunte eso de los derechos, era una epoca que estabamos muy metidos con el tema de patentes y me dijieron que ante la amenaza de juicio los del Hopkins le ofrecieron a la familia pagar los estudios universitarios de sus decendientes
Cuan tuyas pueden ser las células cancerígenas que aparecen en tu cuerpo? HeLa es inmortal porque dejó de pertenecer a Henrietta.
“No hay cómo saber cuántas células de Henrietta hay. Un científico estima que juntas pesarían 50 millones de toneladas métricas, algo inconcebibile, pues cada una pesa casi nada”
Rebecca Skloot, autora de “La vida inmortal de Henrietta Lacks”
Nadie le pidió permiso ni a ella ni a algún familiar para usarlas y su familia tuvo que luchar varios años por sus derechos. Van a pedir derechos de autor?
“Ay, Dios”, dijo sin aliento, “no puedo creer que todo esto sea mi madre”. Si células cancerosas son un ser humano, entonces un embrión humano también lo es.
No creo que Henrietta sintiera algún tipo de afecto por esas células.
Qué hdp, que no te pidan consentimiento para algo así.
Y que no resarzan a su familia.