Con sus registro archivísticos y por varias razones, Gustavo Bruzzone se acerca cada vez más al status de arte al punto que sus visitas y su creciente soltura al involucrarse activamente en sus propios registros, muchas veces, acaban avasallando al entrevistado. El caso de su visita a la muestra de Verónica Calfat (a quien, amigablemente, se refiere como ‘Vero’) en la Galería Granada es prueba de esto.
Aquellos que venimos prestando atención a lo que acontece en la escena del arte contemporáneo argentino ya estamos acostumbrados al dominio de la estética de las ‘historias mínimas’, las modestas cosas y los registros fragmentarios. Como ya he planteado en un sinnúmero de ocasiones, esto no es una novedad sino que es la comodificación (no solo a nivel de la necesidad de poner los objetos en el mercado sino, sobretodo, por el vaciamiento de su contenido crítico) de aquellos comienzos del uso estratégico del kitsch en el arte argentino en donde se procuraba reaccionar contra las proclamas militantes totalizantes del arte de los 70s. Esto se hizo mediante un tipo de arte ‘queer’ que renunció a tener que significar algo para replegarse sobre el espacio de la amistad y los afectos entre cuerpos oprimidos por el Estado. Desde ya, esto acababa sugiriendo otro tipo, mucho más radical, de politica. Si bien Jorge Gumier Maier se adjudicó esta iniciativa (en cuya legitimación Bruzzone mismo no tuvo un rol menor) tras su estelar participación a cargo de la curaduría del Centro Cultural Ricardo Rojas, yo planteo que esto viene de aún más atrás: los ochentas y el giro performatico proveniente de las artes escénicas con, por ejemplo, Batato y el Clú del Claun, por dar solo dos ejemplos.
Plantear ese contexto y genealogía puede permitirme criticar los ejercicios pictóricos de Verónica Calfat no simplemente como un ejemplo del arriba mencionado achatamiento de esa transformación de lo ‘menor’ y ‘modesto’ en ‘arte elevado’ que ha venido ocurriendo desde los ochenta sino como un repliegue del kitsch sobre sí mismo lo que acaba haciendo lo que nadie quiere: transformarlo en inerte. Los suyos son, en su mayoría, algo así como ‘bodegones’ porteños retóricamente pintados sobre trapos rejillas, telas de arpillera y otro tipo de materiales ‘menores’ como trapos de piso, etc. Como pueden ver, estoy usando muchas comillas en esta reseña y como decía Susan Sontag, la comilla suele ser la condición de ser del ‘camp’ en tanto ironización de lo que es por el solo hecho de serlo.
La muestra está estructurada en dos partes. La primera presenta lo que la artista describe como ‘superfastuosas’ flores, empanadas, malvones, cacerolas o ‘puchos’ que, al decir de la artista, ‘terminaron de configurar una especie de paisaje más próximo, como el del barrio’. Es en ese punto en el que Bruzzone se detiene frente a una pintura sobre trapo de piso de una zapatillas del tipo de las que los jovenes anómicos y desplazados por un sistema excluyente cuelgan de los cables de luz en las esquinas que, para el Juez Bruzzone, como plantea en cámara: ‘son símbolos de Cromagnon’. Por supuesto, este momento para una ensimismada Calfat pasa desapercibido pero es tal vez un momento intersante de la cultura contemporanea ya que Bruzzone hace referencia a un simbolo que marcó su propio status en el sistema del arte ya que fue tras su liberación (como Juez) de Omar Chaban precisamente por la causa de Cromagnon cuando Bruzzone recibió una amonestación de Nestor Kirchner quien lo humilló públicamente por su ‘falta de sensibilidad frente a la temperatura de la opinion pública”. Fue precisamente por esto que Kirchner lo mandó al freezer a una suerte de ‘jubilación prematura’ que le dio a Bruzzone el tiempo libre suficiente como para dedicarse al arte, a su colección y el resto es historia. Su caída en desgracia del panteón Kirchnerista, entiendo ha sido algo muy positivo para el arte argentino contemporaneo.
Calfat, como tantos otros antes de ella (Gumier Maier o Marcelo Pombo, por ejemplo), usa estratégicamente elementos ‘menores’ de la cultura popular y la vida cotidiana para devolver ese paisaje de lo ‘próximo’ a la cultura de elite. Como lo de Pombo o Gumier, lo de Calfat es cognitivo en tanto y en cuanto le pide al espectador que identifique y reconozca el material ‘menor’ en el que inscribe sus ‘figuras subalternas’. La diferencia entre el uso conceptual del kitsch de alguien como Gumier y el de Calfat es que aquel encara de frente el debate centro/periferia o alto/bajo al ‘queerizar’ al arte abstracto (como parte del canon de la cultura dominante). La estética de Calfat, en cambio, es kitsch no necesariamente porque sus figuras sean kitsch (ya que en el Rojas, las figuras eran kitsch) sino, más preocupantemente, porque su forma de pensar es kitsch al creer que con colocar imagenes ‘cotidianas’ sobre materiales ‘cotidianos’ está aportando algun tipo de reflexion respecto de la historia del kitsch en la Argentina sin tener que hacerlo. Dicho de otro modo, uno puede caracterizar a Gumier Maier o Pombo como conceptualistas del kitsch pero no como gente con mentalidad kitsch que es, exactamente, lo que Calfat acaba siendo.
En resumidas cuentas, la gran tradición del kitsch en la Argentina es algo que a Calfat le queda muy grande y acaba nadando en sus profundas aguas para acabar perdiendose en ellas. Habiendo dicho esto, cuando Bruzzone posa su camara en una serie de bocetos sobre papel enmarcados al fondo de la galería que, segun la artista, son pinturas que ‘no prosperaron’, acabamos viendo algunas obras que valen a pena. Es precisamente donde Calfat cree que ‘no prospera’ o donde sus pinturas ‘fracasan’ que su pintura adquiere el tipo de tensión interna que, por alguna razón misteriosa, su conspirativo cerebro busca desactivar. Un dibujo en particular con un hombre desnudo haciendo ‘el puente’ con los pies apoyados en un tambor es probablmente lo mejor de una muestra, en su mayor parte, muy olvidable. J A T
Tenía entendido que las zapatillas colgadas en cables, previo a cromañon ya tenian significado. Se anunciaba así que habia sustancia adquirible en la cuadra.
Quieren hablar de periféria y cero interés en entenderla.
Que siga colgando trapitos con todo su conjuntito nike, que ahí se les nota lo poco que gastan en materiales y lo mucho que invierten en lookearse de artistassss.
Totalmente, las zapatillas colgadas dicen o decían ” acá hay sustancia ” Coincido, cero interés en entender símbolos de la periferia.
Totalmente de acuerdo. las pinturas son impostura. pero en.los dibujos hay algo interesante. Lo que no entiendo es que la diferencia es muy notable y como nadie de su entorno no se lo ha dicho antes a la artista.
¿No podés reseñar la muestra de tu amiga Paola Verga?…Bruzzone hizo video.
Dicen tiene Covid y el virus ataca fuerte a los obesos.
Dedicale algo antes que piche.
Tarjeta amarilla para vos. Cálmate un poco, pedazo de mierda.
Que admirable composición lírica por momentos, con un final que deja un touch melancólico abierto….muy abierto…
Falta Homero luego de una gira por los ritos Eleusinos y con un profundo hang over de -Kykeón-
Claviceps purpurea ,agua ,cebada …y cerrame la 8 sin postre ni café.
Y hasta un/na incauta lectora, pensaría que esta ante una imagen tierna tragicómica de un mendigo kafkiano perdido en un simulacro palermitano buscando explicaciones y traduciendo su pobre Odisea .
Kafka, justamente el de ese “Proceso” (pesadilla kafkiana si las hay) en la que realiza una profunda crítica a la burocracia y los sistemas judiciales…
Perdon… alguien hablo acá del caso cromañón??o estábamos hablando de arte? o era un jubilado prematuramente que salió del freezer, derritió los cubitos y con su trágica, privilegiada onerosa injusta prematura jubilación nos pasea a los contribuyentes de su dichosa fortuna, por su imaginario …?
Según Kafka, en uno de sus relatos breves decía que: El arma más potente de las sirenas de Ulises en la Odisea era su SILENCIO…..
Ulises recurre a la estratagema de taparse los oídos y hacerse encadenar al mástil, olvidando que el canto de las sirenas lo traspasaba todo……
Lo que Ulises no podía esperar es que las sirenas respondieran a tal estratagema con EL SILENCIO.
Ulises no oye el SILENCIO , el juez prematuramente jubilado, tampoco.
Y frente a las zapatillas en el minuto 1:53 exclama : ¡¡¡¡Las zapatillas!!! esto fue : “El simbolo de cromañon”…..
Iniciando el origen de un Mito que custodia el engaño, No es fácil vivir en un simulacro permanente y tratar de traducir aquello que, al ser traducido, desaparece, pues tal mediación es un invento y ese invento es la mentira.
instalar un mito sin comprender el mitologema es imposible.
Pero en el mismo momento en que se intenta la traducción, aquello que se quería traducir desaparece: tal intento se erige sobre las cenizas del Mito que se pretende explicar, pero tal traducción no es mediación, sino invento. Y ese invento es la mentira
Heidegger diría lo que no se puede decir es lo que se oculta en el acto de decir,”Ex nihilo omne ens qua ens fit”.
Las charlas sin fundamento. Al querer arrancar el lenguaje de las cosas, éstas desaparecen.
En la representación, las cosas sólo existen en la forma de la No presencia.
Lo mismo ocurre con el Juez que jubilado prematuramente y como mediador de arte: cuando se hace presente como límite de la representación sale de la sombra donde se encontraba o sea su agónica melancolía y olvida la importancia de El silencio.
El símbolo de Cromañón NO son las zapatillas!
El símbolo de Cromañón es La eterna corrupción, que rodeo a ese Caso, donde la corruptela,policial,judicial,empresarial y política se encargó de embarrar bien la cancha, y la única misión fue “salvar “a los amigos ,y que todo quedara en enroscado en los niveles más bajos y mediáticos posibles, pues el simulacro tiene que continuar y funciona con el engranaje que aceitan los altos estamentos que financian el poder político que luego acomoda a sus amigos en los correspondientes poderes para que luego estos devuelvan tarde o temprano favores de favores…..
Kafka sabia muy bien que era imposible pasar la puerta de la LEY, esta siempre cerrada con llave y solo el absurdo pasea por esos interminables laberinticos pasillos donde la angustia provocada por el infinito, el desconocimiento y la postergacion prevalecen en personajes grises ……
Disfrute mucho la entrevista de bruzzone con Marcia Schwarz, y que embole la mayoría de las muestras que visita , me resulta todo tan viejo y pasado de época y hecho ya mil veces, que a veces pienso que quizá en vivo transmitan algo?
Que bien que escribís, Cañete,