ESTE TEXTO NO ES MIO SINO DE LJO
Trato de darle bolas a todos. Esta pandemia ha hecho que me interese por el destino de gente con la que hace tiempo no hablo, pero cuando pienso en reunirme (y me reúno) priorizo en la gente con la que he construido lazos más profundos. Con algunos coincido en la forma de cuidarnos, pero creo que lo que más prima es el mutuo respeto: ninguno obliga al otro a hacer algo que no quiere, sino en buscar situaciones intermedias. Lo que extraño son los espacios para conocer gente nueva. Yo realmente no suelo quejarme de los amigos. Uno hace los amigos que quiere hacer en un momento determinado y no todas esas relaciones tienen por qué ser iguales. Tengo amigos que me han acompañado en situaciones complicadas y otros que eran solo para ir a cine. Y con los dos disfrutaba de la vida. Tengo amigos que no veo por años y cuando nos encontramos es como si el tiempo no hubiera pasado. Hay otros que digo ¿Yo era amiga de él? O tengo amigos con los que hablo todos los días y no quiero que eso cambie. El problema muchas veces es uno que está buscando algo en el otro que nunca ha dado, que no quiere asumir que la gente cambia o que la vida está hecha también de muchas relaciones superficiales. Diría que en este punto lo que extraño, además de la posibilidad de hacer nuevos amigos, son las relaciones casuales. Es volver a ver al encargado calvo que me atendía en el Gaumont con una sonrisa cada vez que iba. Mi vida estaba llena de encuentros informales pero muy agradables en lugares a los que iba solo por placer. No eran amigos, ni su nombre sabía, pero eran parte de esos lazos comunitarios que uno va tejiendo por los lugares que recorre. Y esos lugares ya no los recorro porque están cerrados o porque me quedan muy lejos y lo pienso dos veces antes de trasladarme por algo no esencial.
Podcast: Play in new window | Download
q vida boluda la de LJO, menos vida interna q una ameba, corchazo en el marote y listo, pibi
Si participarás en actividades solidarias y voluntarias sabrías que ahí podés conocer un montón de gente nueva e interesante. Eso sigue funcionando igual desde antes de la pandemia, no cambió y siempre necesitamos más ayuda, no sólo plata, sino personas que donen trabajo y tiempo.
Ojalá algunes puedan bajar de su nube de pedos donde conocer gente es ir a un bar a tomar una ipa artesanal y logren conectar con la realidad
Bueno, Madre Teresa, podés decir lo mismo pero al lado del pedestal.
¿Y cómo sabes que no participo en actividades solidarias? ¿Las únicas actividades solidarias que existen implican que un montón de gente se reuna? ¿Las actividades solidarias tienen por objetivo ayudar o conocer gente? ¿Son tu forma de suplir tu propia soledad o tienen valor por sí mismas? Es mas, te diré: yo no vivo en un barrio de ricos. La pobreza la veo todos los días y la he padecido. ¿De cuál nube de pedos me tendría que bajar viniendo de ese contexto?
Ah por cierto, en mi barrio hay bares abiertos dónde también venden cerveza artesanal. Es más, a diez cuadras ya tengo San Telmo. Si quisiera iría allá. Hay otros escenarios para los encuentros casuales: cines, conferencias, un curso presencial, un camping, un gran parque, el río… Capaz el que solo iba a bares eras vos.
Dejate de joder…
Comprate un perro salchicha y sacalo a pasear al parque a la noche.
Ahí vas a conocer gente nueva igual que vos.
Hay una panadería en French y Ayacucho que a la hora de cierre le sobra cantidad de pan y facturas.
Si querés salimos una noche a repartir a todos los que están en situación de calle por el barrio de Recoleta.
No te imaginás la cantidad de gente que se puede conocer y con los cuales podés conversar y escuchar sus historias.
Ay, yo también quiero hacer justicia social lanpiniana.
Soy re peludo, che…
Y yo soy friolento. 😉
Tush, tush, tush…
Repartir comida con un grupo de gente no es la única justicia social que existe y que puede hacerse por esta época. Podés comprarle barbijos a la senegaleses que armaron su propia cooperativa en este tiempo, por ejemplo. Podés donar bolsones de comida directamente, etcétera. No sé por qué creen que el que yo diga que extraño los encuentros casuales implica que no ayudo a nadie. ¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro? Es simple: extraño ir a una conferencia y luego quedarme charlando ahí. Extraño esa gente que me encontraba en los mismos festivales de cine, con la que me saludaba, charlaba y nunca nos decíamos el nombre. Extraño poder tomarme un tren sin pensarlo mucho y terminar en Tigre. Y simplemente me pregunto ¿Qué habrá pasado con toda esa gente que conocía de manera superficial? ¿Seguirán trabajando, habrán enfermado? Conocer gente nueva siempre se puede, pero que sea una posibilidad diaria como pasaba antes eso ya no existe de la forma que se conocía. Lo que extraño es la informalidad y la sorpresa, no tener que pensar cada salida, ni cómo voy a desplazarme, ni con qué voy a encontrarme. ¿Me la paso sufriendo por eso todos los días de la vida? No. ¿Pienso que mi vida es cruel porque me falta eso? Tampoco lo he dicho. Simplemente hable de una sensación particular que a veces tengo. No sé por qué convertirlo en una discusión de qué tan altruista se es. Creo que algunos simplemente necesitaban el espacio para decir que están haciendo mucho por otros en este momento.
Si, pero eligen mal el contexto. Porque hablan de altruismo casi como entretenimiento, classic!!!
En todos los otros post, no habian mencionado toda la caridad que hacen.
Ca
Re
Tas
Vayan a entretenerse repartiendo pan duro arjonitas.
Podes rascarte todo el día viendo netflix y sentirte plena. O podes estar 18 horas diarias cocinando para un comedor comunitario pero sentirse insatisfecha y vacía. No se trata de ser careta y decir “Estas aburrida porque no haces caridad”
Solamente digo que si anhelas tanto ver “la sonrisa de ese encargado calvo” que te envuelve la lechuga en el mercado, entonces es hora que hagas cambios en tu vida porque ya excediste todo nivel de alpedismo.
https://www.youtube.com/watch?v=qMxd8QP7MyA
Si yo tbien extraño todo eso. Ya vendrán esos momentos. Hay que aguantar.
Yo no extraño demasiado nada. Con estar tranquila y que no me rompan las pelotas estoy bastante bien.
Me anotaría con Pipo a repartir bolas de fraile.
Me descostille de la risa con lo de “Extraño al encargado calvo que me atendía con un sonrisa”
LJO y el arte de no decir nada diciéndolo absolutamente todo…
*No es una virtud.