Quiero tener poderes para que el señor de barba blanca del cuadro, tome vida, salga de la pintura y degüelle a cada uno de esos seres horribles, algunos aun muertos generan daño en el país.
Digan lo que digan, Amalia fue la única representante de una clase social que se autodenomina aristocrática. Todos los otros fueron carton pintado.
Tenía el dinero y tenía el apellido. Pero también tenía la piel, el pelo, el perfil, el cuerpo, la estatura, los modismos, el charme, el gusto, la cultura, los modales.
Hay una foto de ella, ya sesentona, con un vestido palabra de honor que revela una espalda blanquisima. La boca roja en composé con dos rubies que cuelgan de sus orejas y el rostro sin una arruga, pero ya ajado y a punto de derrumbarse. Siempre me pareció su mejor foto. Se la veía distante, ajena, helada. Y sin embargo, daba la sensación de estar a punto de marchitarse lo que le daba una fragilidad que la volvía hermosa.
Excelente metàfora visual de los ùltimos 40 años de la Argentina.
Saludos…
Quiero tener poderes para que el señor de barba blanca del cuadro, tome vida, salga de la pintura y degüelle a cada uno de esos seres horribles, algunos aun muertos generan daño en el país.
Maravillosa y lucida reflexion
opa, me chorearon el nick?
Qué genialidad!
“El almuerzo”de Berni dentro de otra obra.
El cuadro es autobiográfico; la humilde familia de Berni en las afueras de Rosario compartiendo un domingo en una chacra.
En pleno contraste con un día en familia de los Lacroze Fortabat, propietarios de la obra.
La foto es jæctansiosa:somos tan ricos que hasta lo mejor de los povres nos pertenece
Sé que Costantini tiene un Berni en el quincho de su casa de Nordelta.
No he conseguido saber cuál.
Diamonds are forever, menos en Argentina.
Inés ahí se parece a Adriana Rosenberg, meretriz de Paolo Rocca.
Las dos comparten el mismo cuerpo, sin cintura, como si fueran un termo tanque.
La plusvalía no está en tu fuerza de trabajo, sino en tu voto, que beneficia a las castas políticas y sus socios.
Mamita las cejas del ñato ese! Podes tener toda la guita del mundo pero no podes evitar los estragos de la genética
Digan lo que digan, Amalia fue la única representante de una clase social que se autodenomina aristocrática. Todos los otros fueron carton pintado.
Tenía el dinero y tenía el apellido. Pero también tenía la piel, el pelo, el perfil, el cuerpo, la estatura, los modismos, el charme, el gusto, la cultura, los modales.
Hay una foto de ella, ya sesentona, con un vestido palabra de honor que revela una espalda blanquisima. La boca roja en composé con dos rubies que cuelgan de sus orejas y el rostro sin una arruga, pero ya ajado y a punto de derrumbarse. Siempre me pareció su mejor foto. Se la veía distante, ajena, helada. Y sin embargo, daba la sensación de estar a punto de marchitarse lo que le daba una fragilidad que la volvía hermosa.
De los cinco,ya partieron tres….dá escalofrios esa foto.
Si. Pensé lo mismo.. De alguna manera nuestra época de va llendo con ellos..
Me recuerdan a la corte de los Gonzaga de Andrea Mantegna con la diferencia que estos nos miran, de aristócratas no tienen nada.
El tipo con sus cejas y las manos así es un cuadro en si mismo.
RODRIGO ESTÁS BEBIENDO ALCOHÓL VÓS?
el rubrio vibrante noventero de las chicas….