ESTE TEXTO NO ES MIO SINO DE CATU
Nada tiene ninguna racionalidad.
Escucho a mis amigos quejarse del aumento de contagios en BA pero son los mismos que están en cualquiera (léase: que pueden sociabilizar con gente que ha estado de viaje -y dieron luego positivo- o incluso han llegado a encamarse con personas que no eran de su burbuja, sabiendo que después iban a pasar las fiestas encerrados con padres septuagenarios).
No sé si es relevante agregar que hablo de gente con estudios universitarios completos.
Hoy, por primera vez en 11 meses, me obligué a comer afuera (me costó mucho decidirlo, y arrancar) pero conozco a los dueños del lugar desde hace añares y son tan cuidadosos que de motu propio (!) cerraron el 15 de marzo y, por otro lado, he llegado a un punto en que pensé que mi disfrutada soledad ya no me estaba haciendo tanto bien (y aunque sabía que no vería gente, me pareció que tenía que hacerlo).
A las 19.40, cuando me senté, el lugar estaba vacío. Me habré retirado una hora y media después, justo cuando cayó una familia. Pedaleé hasta casa 10 minutos y cuando le escribí sobre mi hazaña a un par de amigos -que ya se contagiaron, lo ocultaron, me invitaron a antros cerrados, etc., etc- me contestaron cosas como:
“Hay que tener mucho cuidado, estos lugares son caldo de los súper contagiadores” “Los bares y resto implican manoseo de platos, vasos, es inevitable aún con protocolo y hay gente con alta carga viral en tareas de preparación” y que es inminente que entre por Rivera la cepa uruguaya…
Al final, me di cuenta de que es la falta de interlocutores coherentes lo que me está dañando.
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Suele pasar en gente progre medianamente instruida y con estudios universitarios completos. También en niños sobreinformados.
“Al final, me di cuenta de que es la falta de interlocutores coherentes lo que me está dañando.” te lo robo para toda la vida.
Hay muchísimos gaps ilógicos con respecto a los protocolos sanitarios.