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En 1994, obtuvo el Premio de la Asociación Argentina de Críticos de Arte al Museo del Año y, en 1993, fue condecorado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Gobierno Francés. En 2010 se publicó su antología poética Gramática de la fuga. Dirigió la colección de poesía Activo Puente, que publicó textos de Luis O. Tedesco, Ana Arzoumanian, Jorge Alemian y Oscar del Barco, entre otros autores. “La poesía se dirige a una región muy particular, y es tan próxima a todos los hombres”, dijo en una entrevista con Gabriel Levinas.
Colaboró en revistas y diarios como Pluma y Pincel, Pájaro de Fuego, La Opinión, Clarín, Confirmado, Tiempo Argentino, Artinf, Página 12 y Arte al Día. También fue comentarista de arte en programas de radio y televisión. En su gestión en el Museo de Arte Moderno porteño, Santana organizó exposiciones de grandes artistas locales, como Miguel Ángel Ríos (1992), Juan del Prete y Yente (1993,1994 y 1996), Inés Bancalari (1993), su amigo Carlos Gorriarena (1993) y Daniel Santoro (1993), Carlos Gallardo (1993), Clorindo Testa (1994), Jorge Demirjian (1995), Norberto Gómez (1995) y Tulio de Sagastizábal (1995), entre otros. En su gestión, se realizaron muestras internacionales destacadas, como la de Joseph Beuys (1993) y del Grupo CoBrA, en 1995. Santana publicó varios textos monográficos sobre estos y otros artistas, incluidos Marta Peluffo, Pablo Suárez y Cecilia Méndez Casariego.
“Santana es capaz de llevar las palabras con maestría hasta la orilla más íntima de la pintura -escribió Daniel Santoro en el prólogo de Escritos sobre arte argentino-. El suyo es un saber decir guiado por el ojo. […] Santana semblantea los cambios más sutiles, su mirada funciona como un radar alerta, así es como pudo advertir la presencia de algunos grandes pintores, que solo mucho tiempo después alcanzaron el justo reconocimiento de la crítica, pienso en el maestro Carlos Gorriarena, de quien, incansablemente y con devoción profética, pregonó la buena nueva de su pintura”. El mismo Santana fue dibujante. En 2012, presentó una serie de tintas sobre papel, en la muestra Restos no escritos, donde avanzaba, más allá de la palabra, en la expresión artística.
Una época en la que todo parecía mejor porque había cierta alegría en el aire y ganas de aprender o compartir hasta que vino este presente de egos ciegos.
Una verdadera dicha tener una foto en la qué tu padre te mire con ese gesto de fascinacion.