ESTE TEXTO NO ES MIO SINO DE LORDOPSIQUIATRICO
En tiempos normales las funerarias son tremendos hijos de putas, en pandemia no me quiero imaginar.
Mi viejo tuvo muerte espontánea, en mi casa, primero me ofrecen por efectivo en mano conseguir un certificado de defunción porque tenían médicos conocidos, yo solo tenía 18 años, por suerte un médico conocido lo firmo. Después en la funeraria como fue un primero de Enero me querían hacer firmar un pagaré por el equivalente a U$S 3500 de hoy., porque por la fecha no sabían si la obra social renovaba convenio. Una hija putez tras otra,
Cuando murió mi abuelo, algo parecido, resulta que como era alto y grandote no entraba en el feretro del PAMI otra que tuve que negociar.
No le deseo ni a mi peor enemigo ese momento de sentarte en la oficina de la funeraria a discutir planes.
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EL LANPODCAST DE ESTA SEMANA ES PARA LANATA Y LEVINAS SACANDOLE LA CARETA A Andrea Giunta: ‘Cañete la desarmó teóricamente y ella no lo pudo soportar’
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Hay que hacer como en el Gran Lebowski, tarro de cafe y chau picho
No todas son asi He tenido buen trato, consideracion y cumplimiento contratando funerarias medias: empresas muy antiguas fuera del radio de barrio norte. Ni un sucucho con solo escritorio ni el grupo Jardin del Pilar
Les guste o no es un negocio, nadie te impide llevarte el fiambre a tu casa y enterrarlo en el patio tras autorizarlo por el registro civil, o bien pagar una cremación y olvidarse.
Asi es: tan negocio como la comida la ropa las bebidas los medicamrntos los telos o las prepagas
Cuando fui a buscar las cenizas de mi padre a Zuccotti hermanos casi me agarro a trompadas porque primero me hicieron esperar varios minutos mientras dueño y empleado charlaban y se reían entre ellos mientras completaban a dos por hora papeles, y luego no querían entregarme las cenizas porque decían que el único autorizado que figuraba en sistema era mi tío. Cuando por fin me hicieron entrega de la caja que contenía las cenizas del que había sido mi padre, Zuccotti me pidió disculpas y me dijo que ellos se tenían que cubrir por si después aparecía una amante o alguien que reclamara las cenizas.
Ahora que lo pienso, fue surrealista que un señor obeso me negara de mala manera otorgarme la caja con las cenizas de mi padre y que el señor zuccotti me dijese lo que me dijo. Hay que poder comportarse de esa manera en esa situación.
Tiro en la rodilla, amigo!
La foto la foto que ilustra el post!
Jajaja.