Una de las maravillas de Halston de Netflix es que es otro producto de lo que ya podemos considerar como el imperio televisivo de Ryan Murphy. La serie permite hacer una comparación con otro de sus productos gays Netflixianos: me refiero al maravilloso Andrew Cunanan, el asesino de Gianni Versace en el segundo episodio de su tambien creada ‘American Crime Story’. Mi hipótesis para esta crítica es que Halston y Cunanan no son tan diferentes el uno y el otro. La diferencia entre ambos, sin embargo, está en el modo en el que Murphy se permite adentrarse en la psicología de uno dejando al otro casi sin explorar. Dicho de otro modo, si por un lado, me fascinó su Gianni Versace; desde un principio la sobreactuación de Ewan Mc Gregor y el énfasis en lo superficial del personaje hacen de Halston una experiencia totalmente diferente.
La serie (Halston) tiene cinco partes y abre con el protagonista tomandose una raya (de cocaína). El montaje es tan frenetico como la cocaína. Es más, toda la serie aparece al ritmo de ella. En uno de los momentos pico, Halston aparece en Studio 54 con Liza Minelli (una muy naturalista y necesaria Krysta Rodriguez) y la diseñadora de joya italiana Elsa Peretti (Rebecca Dayan). Tras esto organiza una orgía en su town house en el Upper East Side y sin solución de continuidad nos lleva a un desfile en un rascacielos con vista a Midtown Manhattan. El ritmo de estos cambios de escenarios estan marcados por sincopados saques de cocaína. Qué puede salir mal?
Algo que la serie no capta es el punto de partida ya que podría decirse que Halston cambia la escena del Upper East Side que pasa de ser aristocrática de la mano de Truman Capote (a cuya gala un documental en Amazon Prime cuenta que se tuvo que colar) a una nueva escena de celebrities en los seventies regenteada por él y Andy Warhol.
La serie está basada en el libro de 1991 de Steve Ganes y pone el acento en el ascenso de joven gay creciendo en una granja del Midwest y ascendiendo a la estratósfera de lo que la serie se ocupa en demostrar. Desde ya ese ascenso tiene dos volantazos: el primero es la venta de la marca a JC Penney (en tanto preconfiguracion de la comodificación de la moda en la que triunfarán dos decadas más tardes Polo Ralph Lauren y Tommy Hilfinger) y la segunda, que es el SIDA. Este, si se quiere, es el punto desafortunado de la serie ya que Murphy no muestra al Halston sufriente o incluso enfermo sino que la experiencia de la droga y del SIDA siempre, sin excepcion, son presentadas como glamorosas. Allí no hay caca ni psicosis sino momentos levementes alterados. A ese nivel la serie se transforma en ciencia ficción ya que, en ningún cae en psicósis alguna en la que, indudablemente debe haber vivido por lo menos un par de años.
Recordemos que Murphy, el creador de la serie es él mismo una suerte de Halston que ascendió a las alturas de la producción televisiva saliendo desde una granja del Midwest. En lugar de ahondar en ese tipo de identificacion y desarrollarla, Murphy decide desviar la atención y concentrarse en la superficie de las cosas sin que le quede alternativa alguna que oscilar entre el melldrama y la farsa. Hay un momento en el Episodio 4 en el que una groupie se cuela en el Studio 54 por el sistema de aire acondicionado y termina muerta. Cuando Halston se entera lo unico que atina a decir es que su ropa estaba diseñada por su competencia Calvin Klein. La insistencia de McGreggor de representar a Halston con turtleneck y una voz demasiado forzada lo convierte en una caricatura, una máscara impenetrable y con la que el espectador, en ningún momento, se puede llegar a identificar.
Podría decirse que el placer de la serie está en el modo en el que navega todas las superficies todo el tiempo. Sus momentos mas sublimes son aquellos en los que identificar el movimiento de su ropa con el movimiento de los bailarines de Martha Graham pero allí se queda. Es como si nunca terminaramos de conocer a Halston, ese chico que decide irse del Midwest porque su padre rechaza su homosexualidad. Tampoco llegamos a saber por qué decide involucrarse en una serie de relaciones superficiales producto de su propia homofobia internalizada. Es un gran danza de superficialidad sin nunca poder llegar a la razón por la cual este hombre llega a ser quien es y la droga no es un accidente sino un largo proceso de automedicación. J A T
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Desde el punto de vista de hacerse una idea de quien era el protagonista me parecio una serie interesante, con una muy buena realizacion, direccion e interpretacion (el guion deja bastante que desear)… Aunque superficial, toca los temas de sexo, drogas y fashion con estilo y sobre todo el hecho de que Halston, a pesar de todos sus problemas, etc… tenia como principio en su obra el crear algo con valor propio y que no estuviera subyugado a la mera replica ni a opinion insensible de otros, por lo menos antes de que cayera bajo el imperio de JC Penney…
“La insistencia de McGreggor de representar a Halston con turtleneck y una voz demasiado forzada lo convierte en una caricatura, una máscara impenetrable y con la que el espectador, en ningún momento, se puede llegar a identificar.”
Y bueno pero es lo que sucede históricamente con los putos que les gusta la moda: se vuelven un arquetipo (aparte de una caricatura). Quien se puede identificar con alguien que te mira por encima del hombro porque el valor está puesto en la ropa que tiene puesta (moda del momento) y trata a todxs despectivamente, es soberbio, inalcanzable, con poca profundidad a la vista, con una única meta de llegar a ser EL mejor vestido o EL mejor diseñador, amigx de lxs que hay que ser amigxs, toma merca, y luego muere de Sida.
Seas diseñador o estilista, quien escapa a este recorrido?
Con Halston, en lo personal, ya toqué fondo con seguir viendo a estos personajes. Ni la pude terminar de ver.
Ewan Mc Gregor
Para mi le paso como a The boys in the band, que hasta hicieron decorados generados por computadora y al final quedó todo plano por tanta perfección y limpieza. Me gusta que den a conocer a Halston y pongan en una luz más buena a Liza que tanto es mal caricaturizada.
https://m.youtube.com/watch?v=4cPHHf9VcTk
que bello tema.
Me pareció espectacular la interpretación de Gian Franco Rodriguez ( Victor Hugo, pareja de Halston). También se destaca Bill Pullman, el financista y la actriz que interpreta a la perfumista.
A Ewan McGregor, (Halston) le falta la sutileza que le dio Daniel Day-Lewis, al personaje de Phantom Thread (El hilo fantasma) donde recrea a un diseñador de la alta sociedad.
Pero D D-L está en un producto de Paul Thomas Anderson y ahí estamos a años luz de cualquier comparación. D D-L y Vicky Krieps, P T A y Tildesley y Bridges están en Phantom Thread en modo Dios. Una pregunta que podría plantearse es si Neftlix o cualquier plataforma On Demand es posible de producir algo que no se quede en la superficie y que no sea rápido y olvidable como una droga barata.
No. Es Netflix. Series para mirar mientras decoras una torta o haces la lista del super. Aunque me gusto y me rei mucho con El metodo Kominsky.
Cuando la vi me pareció que la superficialidad y caricaturez del personaje y los eventos relatados fueron una decisión conciente: casi como mostrandonos lo que el mismo Halston hubiera querido que viéramos…las falencias “tolerables”.
Me gusta Ewan MgGregor y creo que en este caso, la excesiva superficialdad y sobreactuacion de Halston tiene que ver con la forma en que se quiere mostrar la psicologia de este personaje, algo asi como un rasgo resiliente de no dramatizar demasiado las propias desgracias. Hasta el modo en que se despide de su amante Victor y como lleva su enfermedad muestran ese “no me afecta”. Me gusta la amistad que se ve con Liza y ese dialogo en el que le dice que todos tienen una Judy Garland de la cual desprenderse.
De aburrimiento, vi la serie de manera completa.
Detesto a los personajes/personas que hablan siempre para la posteridad (Halston).
Ewan, como dicen los italianos demasiado “da cartone animato”
En fin, otro “producto” más de Netflix para la teleaudiencia norteamericana.
Me encanto! es fiel al estilo Murphy Netflix. es para verla mientras te salteas unas espinacas, champis y ajo.
El momento mas creativo es cuando Halston NO habla y solo lo vemos a McGregor plizar sobre el cuerpo de Liza el vestido rojo donde se resume su estilo… el corte al bies, hombros descubiertos, el vestido que se sostiene en el cuello.
Con un guion siempre declarativo, Ewan McGregor hace lo que puede y construye el personaje con una suma de gestos – la voz el cigarrillo la polera negra los anteojos el cruising descarado – pero le dan poco para entender una subjetividad…
Halston queria ser el Balenciaga americano… pero encontro competencia en Ralph Lauren Calvin Klein y eventualmente Donna Karan se apodero de ese luxury relax estilo urbano…
Halson tiene dos herederos que han tomado aspectos de su estilo y construidos sus imagenes en eso:
Tom Ford – otro chico gay que migra desde Texas al NY y Paris (hasta su estilo personal con los anteojos, poleras y blanco y negro es copia del glamour Halston)
Y Michael Kors – porque sirve idealizadamente a esa misma sociedad de celebridades y el lujo practico del americano, el jet set, y las nueva generacion de celebridades despies de Minelli…
El imaginario social Halston esta en Kors, su estilo minimalista y fiestero en Ford.
En la serie, el paso de la era post- Kennedy (halston diseña el pillow hat que es marca registrada de Jackie) a la era reganeana y cocainomana…. Es abrupto y hasta caricaturesco, y tiene guiños a la otra pelicula americana estetizante y de epoca de McGregor, Down by Love – donde hacia su personaje Cary Grant/ Rod Hudson… ese momento no encuentra espejo en el interior de la disco – que no parece mas que el clise de la bacanal…
EXQUISITA DESCRICION CHICA FINA, ASI DA GUSTO LEER
hay una pli sobre Halston que está un poco mejor….. la que volví a ver este finde y amé aún mucho más que cuando la ví originalmente (ya que ahora encuentro mucho más referencias a pelis clásicas que antes ya que tengo más cultura cinéfila) es “Los simuladores”….. la 2da temporada es genial, tan autoconsciente, ya no tomándose en serio a sí misma (como cuando en el episodio del matrimonio mixto sacan un violín de y un contrabajo de debajo de la mesa y dicen “justo teníamos esto acá”….jajaja o cuando hablan de lo delirantes que ya son sus planes y Ravenna dice “no importa, si está bien hecho se lo creen”)… muy adelantada para su época… y el capítulo donde le ganan al FBI…. pura venganza del oprimido, truco que recién años después uilizaría Tarantino….
Ewan Mc Gregor me gustaba hasta que arruino la T3 de Fargo. Y con Halston lo confirmo…esta nomas para Yedi. Para lo demas dejemos a James Mc Avoy
Cierto…McAvoy, además de ser mejor actor, es sorprendentemente parecido a Halston.
Buenisima tu reseña!, es cierto lo que decís pero me resultó un buen entretenimiento….
Yo tambien dije, wow que rápido se recuperó de las drogas sin secuelas de un dia para el otro….