Se viene el estreno de un documental que sigue la historia de cómo el ‘hombre más bello del mundo’ se convirtió en el más triste y de cómo su vida fue sometida al abuso al que el mundo del cine somete a la ‘carne fresca’ que procesa; alterando sus mentes y arruinando sus vidas.
En 1980, Bjorn Andresen era un niño de 15 años, tímido, inteligente y talentoso musicalmente. Vivía en Estocolmo con su abuela quien quería a toda costa que fuera una estrella; llevándolo de audición en audición. Fue entonces que Björn captó la atención, ni más ni menos, que del director italiano Lucchino Visconti quien lo transformó en Tadzio, la estrella de su clásica adaptación de la novela de Thomas Mann, ‘Muerte en Venecia’. Como es bien sabido, en la pelicula enamora con su non-challance al al compositor Dirk Bogarde quien lo transforma en su musa. Visconti quedó fascinado por la no asumida belleza de su nueva estrella a quien catapultó a la fama casi instantaneamente; sin embargo, a posteriori, no mostró el más mínimo interés por su vulnerabilidad ni se preocupó de protegerlo del cinismo y el abuso que sobrevendría a esa fama. El documental pone el foco en cómo esa actitud acabó en frustración y tragedia sin que Visconti se diera por enterado siquiera.
‘The Most Beautiful Boy in the World’ muestra a Andresen, ahora, a sus casi setenta años, reflexionando sobre su pasado; y Visconti no queda demasiado bien parado. El clip del casting de 1970 lo muestra pidiéndole a Andresen que se saque la ropa frente a mucha gente y en la conferencia de prensa del Festival de Cannes, con el chico (ya) de 16 años al lado; se atreve a hacer un chiste aludiendo a que el adolescente ya estaba perdiendo su belleza. Hubiera sido agradable ver a Visconti como Lord Henry Wootton de Wilde apasionado por la belleza de Dorian Gray pero, en lugar de eso, Visconti coloca al tiempo tanto objetivo como subjetivo como pre-condición del valor del chico. Sin más, el director pasó a su siguiente proyecto para olvidarse de él dejándolo a merced de productores que se aprovecharían de su juventud para, finalmente, terminar haciendo una carrera como cantante pop en Japón; algo que, por cierto, no duró demasiado.
Es una historia triste; de oportunidades perdidas en la que los directores Kristina Lindrom y Kristian Petri se animan a salirse de la fascinación por el mítico director para ver cómo las condiciones de producción de un film vampirizan sin siquiera detenerse a mirar el daño que producen. Esto es algo que se extiende a muchas mujeres jóvenes usadas y descartadas por Hollywood por el simple hecho de dejar de serlo. Es un documental en el que las rajaduras en las paredes del Lido de Venecia parecen haber aparecido mucho más pronto de lo pensado. J A T
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La culpa no la tiene Visconti sino su
abuela que debía cuidarlo y era su responsabilidad.
Qué era el padre Visconti? Que lo cuide la familia, dejate de joder, así es la vida: una lucha. Para todos.
Entonces los pibes que no tienen familia o tienen pelotudos abandonicos o cabezas de tacho, son tierra de nadie para que cualquiera haga lo que le parezca con ellos.
A Visconti le importo un carajo y a la abuela también, el pibe no era responsable de ninguna de esas dos situaciones y sin embargo soportó todas las consecuencias de eso.
Como mínimo debería tener derecho a un descargo y poder contar su historia.
Todavia falta algun pelotudo diciendo “hay pero que le critica a la abuela, todavia que se hizo cargo y ella no lo parió “
Y sí! Son todos responsables!
Ya que un chico de 16 años esté tan expuesto en un papel en cine es abusivo.
Y más si lo llevaron a la cima y después lo soltaron. Pasa eso en general cuando lo valioso es la frescura.
Es difícil pensar en qué mejor no lo hubiese hecho cuando el resultado es esa maravilla de película!
El guion, las locaciones, la música, la genial actuación de Bogarde, los desplazamientos de la cámara por la ciudad y el magnetismo de Tadzio! Es pura seducción!
Arte, arte, arte, a cualquier precio?
Parece que sí.
Son muchas las obras de arte que no contemplaron el costo humano al producirlas.
Interesante el documental!
Igual el problema no es en si la película, pudieron haberla hecho sin tratar al pibe como un trapo.
El chabon de grande contó que lo llevaban a after partys donde lo drogaban y se despertaba sin acordarse de nada. Entre otras cosas