Estos días, tras despedir a mis amigos con los que había estado en Milos mientras se instalan en Atenas, decidí quedarme en Creta. Fue una necesidad casi física tras dos años muy positivos pero también muy difíciles no sólo por lo obvio del encierro sino también porque las coordenadas de mi recuperación cambiaron y me vi expuesto nuevamente a la inseguridad de la jungla. Ayer, mi amigo Alfred Olivieri me llamaba para chequear si estaba bien tras los titulares de Regia Mag según el cual ‘mi adicción se había activado’. No fue sólo él, mucha otra gente se preocupó y eso es algo que agradezco. Tengo que aclara que no probé droga alguna en Grecia y que estoy posiblemente en uno de mis mejores momentos en lo que respecta a la relación con mi propio cuerpo.
Lo cierto es que en Creta, aterricé en una situación que sólo se puede explicar a partir del azar, el esoterismo o los avatares de la vida. Me encontré en la casa de una mujer octogenaria que perdió a su único hijo hace tres años. Como ya conté, cuando nos juntamos para pagarle el alquiler, lo primero que Nitzia hizo fue mostrarme las fotos de aquellos que se fueron. Le tomé la mano y sin que mediara lengua en común ya que sólo habla griego, hicimos comunión en el dolor y ese sentido de soledad tan pero tan específico, nos vinculó. Yo me encontré en esa situación tras estar casi dos meses con una mujer embarazada y su marido desbordado. Alfred calificó muy acertadamente la situación como una mezcla de Visconti y Guadagnino. Más del segundo que el primero, sin duda. Dicho de otro modo, el stress generó el espacio para que esos sentimientos que rodean a la adicción reaparecieran. Una vez que mis amigos se fueron precisamente porque presentían en esta casa la inminencia de una tristeza (muy natural) que, hasta ahora, la vida no les había permitido conocer, tuve la libertad suficiente para absorberla. El espectro del que se fue está en cada rincón de la casa. Esa casa en la que Nitzia fue tan feliz y cuyo recuerdo lo acecha. Y que son recuerdos sino fantasmas que vuelven del pasado para recordarnos lo que nos falta.
La adicción es un camino muy personal y si hablamos de acechar qué hace una adicción sino acechar o, mejor dicho, qué es una adicción sino un fantasma o un espectro de algo que se experimentó y se quiere volver a experimentar. Alfred tiene una visión estructuralista del tema. Para él, la adicción es una enfermedad incurable que sólo se mantiene durmiente mediante ciertos mecanismos colectivos pero siempre puede despertarse. Gran verdad, pero, yo agregaría… el dolor es el dolor y uno tiene que entrar en contacto con él a pesar de ser tan huidizo. La sociedad moderna necesita que no le prestemos atención para que seamos lo más productivos posibles pero, en el camino, se pierde mucho y miremos alrededor para remitirnos a las pruebas.
Cuando mamá murió, aquel que hoy aparece como desbordado fue mi ancla. Mientras los mecanismos burocráticos de la muerte porteños que suelen tener asco del cuerpo del muerto me apartaban de mi mamá para deshacerse de ella lo más rápido posible; mi amigo y yo luchabamos (casi fisicamente) para retenerla un poco más. Hubo un episodio que definió mi relación con la Argentina (a donde de hecho nunca volví) y es el modo en el que ese cuerpo me fue mostrado sin la dignidad y el respeto que cualquier persona se merece. Fue de ese momento del que mi luto recién ahora comienza a recuperarse. Como me dijo antes de ayer una querida amiga: ‘Vos necesitas volver a ese lugar en tu cabeza para lavar y preparar el cuerpo de tu mamá. Como lo hacían los antiguos cretenses. Tal vez por eso estuviste tres meses ahí…’. De algún modo, la decisión de quedarme en Creta (que mis amigos, por cierto, resintieron y hasta creo que llegaron a tomar como un acto de egoismo) tuvo que ver con esa ceremonia que gracias a mi increíble relación con mi paddleboard pude hacer, al menos parcialmente (siempre parcialmente) hace unos días. Lo hice navegando (no sé si este es el verbo) bien lejos al medio del mar cristalino para reconectar en los terminos que todavía necesito hacerlo y de un modo en el que se asuma la responsabilidad de la vida por lo que realmente es; es decir, como algo muy serio. La reconexión con el luto es un acto de adultez e implica tomar decisiones respecto del futuro: quién uno quiere ser para homenajear al que se va?. Si el luto queda obturado porque uno mete ruido en el medio (relaciones, trabajo, drogas, qué se yo); uno queda como un nene caprichoso queriendo que vuelva mamá y si bien ese es un lugar muy cómodo, es imposible porque, como dije recien, la vida es cosa muy seria y uno debe tratarla como tal.
Yo creo (y convengamos que de esto sé poco pero mucho comparado con otros) que la adicción no es una enfermedad incurable sino que está vinculada con personas especialmente sensibles que no toleran la no sublimación del dolor. Por eso, para ese tipo de personas, el dolor tiene que poder ser orgánicamente procesado y eso lleva tiempo y mucha paciencia y apoyo. El dolor tiene que atravesar nuestros cuerpos y cualquier intento de taparlo con fe (ciega) en Dios, esoterismo o cualquier otra cosa va camino al fracaso. Creta me hizo mucho bien porque (and this is a work in progress) me dio el espacio para re-encontrarme con varios de mis traumas (no simplemente la muerte de mi mamá) y en lugar de huir o tomar atajos ‘espirituales’, poder verlos de frente. Ayer, en medio del mar estabamos muchos en comunión, desde ya, una comunión espectral dentro de mi cabeza: Poseidón, Jamanjá, mamá, tal vez muchos de Ustedes y yo. Esto no es locura sino una ceremonia y es precisamente lo que nos hace humanos. Algo de esto los griegos nos enseñaron y es la importancia de los ritos que el mundo moderno se empeña en borrar de un plumazo y así nos va. En un rato, viajo a Atenas para la segunda parte de mi date con Thomas (el del perro) y un fin de semana muy clásicisante para luego volver y despedirme de Nitzia y Poseidón. J A T
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LA PRESENTACIÓN OFICIAL DE LA SEGUNDA EDICIÓN EN UN MES DE MI ‘HISTORIA A CONTRAPELO DEL ARTE ARGENTINO’ ES ESTA…
EN EL LANPODCAST DE ESTA SEMANA, LA PAYADA LANP
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La importancia de los ritos. perdi a mi padre y madre el año pasado y no he podido ir ni siquiera a ver sus tumbas. El.dolor de la ausencia lo siento cada dia en el cuerpo y sus fantasmas retornan en sueños para poder escuchar sus voces o ver sus ojos otra vez. Me alegro que hayas encontrado este hermoso rito en el mediterraneo. El mar es magico. Intento encontar mis ritos tambien. saludos
Bien cierto como tendemos a aborrecer al dolor cuando éste en realidad es la puerta para elevar la conciencia de sí.
Gracias por la nota.
No se que decir. Es un camino necesario, te leo y acompaño desde lejos. El camino del duelo lleva a lugares, sentimientos, miedos, etc etc. impensables creo. Estoy haciendo un curso de la historia de China, donde se hace una comparación entre como se pensaba la muerte en China, en la edad de piedra, y de bronce, y como en la Mesopotamia y Grecia. En mis palabras: la contraposición entre la “tragedia griega” y sus protagonistas, Aquiles por ejemplo, y que en china no existían Dioses si no que se veneraba a los ancestros. Y cierta “naturalidad” entre el pasaje de la vida a la muerte. Explican que ellos tenia una visión optimista y armónica. En fin, todo esto lo interpretan por los artefactos arqueológicos en las tumbas sobre todo. Y me pareció compartírtelo porque a mi me hizo sentido otra manera de pensar a los muertos. Saludos!
La semana pasada visité un museo donde está expuesta la Momia de Herakleites, del año 120-140 después de Cristo pero muy bien conservada. En un video al lado de la momia, explicaban el proceso de momificación; un arte lento y rudimentario que necesita tiempo, conocimientos, paciencia, dedicación, compromiso.
Pensé en cómo, desde el inicio de la pandemia, se borraron los ritos funerarios y las personas que enfermaron y murieron lejos de sus seres queridos sin la posibilidad de ser velados. También recordé los trámites burocráticos que tuve que hacer cuando murió mi padre, pre-pandemia y la frialdad y falta de respeto constante por parte de la casa funeraria. Comerciantes de la muerte sin humanidad, tratando al cuerpo como si fuese basura y a los seres queridos del muerto con total indiferencia por la situación que están viviendo.
Otra cosa que sucedió en el 2020 y no es gratis para la psiquis individual ni para la sociedad en general, es la diferencia que se hizo entre la gente común que perdió a un ser querido y su imposibilidad de velarlo y decidir qué hacer con el cuerpo, y el velorio masivo y caótico de Diego Maradona, organizado por funcionarios irresponsables que ahora también sabemos, además de no permitir que se despidan como corresponde a los seres queridos, estaban de joda.
Tan cierto esto último que decís! Ya conté que el año pasado “dejé” a mi papá en el hospital y me devolvieron una caja con cenizas. Ni una vez pude verlo , no siquiera antes de morir. Toda esa situación dificulta el proceso de duelo,creo, yo. Porque jamás pensé ( no era su deseo ser cremado) y me obligaron a hacerlo. Ahora tengo una caja con sus cenizas y no sé si enterrarlas o qué.
( Veo esas esas piedras con nombres de personas que fallecieron durante el aislamiento y que guardaron en casa rosada, y yo la verdad agarraría un cantera entera y los reventarla a cascotazos a muchos que se cagaron en nuestros queridos y en nosotros).
Lamento mucho tu pérdida, y no soy quien para decirte que hacer con las cenizas pero creo que si estuviese en tu lugar me tomaría mi tiempo. Creo que en algún momento vas a saber exactamente qué hacer y te va a ayudar a tener al menos algún tipo de cierre y despedida. Te deseo lo mejor.
https://youtu.be/gU16JWff_aw
Qué cierto es poder reconocer y atravesar nuestros duelos (de la índole que sea) en pos de estar mejor.
¡Saludos Rodrigo!
AHORA PUEDO SEGUIR MI VIDA GRACIAS
Solo esto; la pulsion de la vida y de la muerte juntas en el relato metafísico de la poesía argentina.
https://www.youtube.com/watch?v=_24_EpfGQbQ&ab_channel=EnriqueAlzugaray
No te conozco más que por aquí, pero aprecio tu humor y tu vivacidad y te deseo que encuentres por dónde seguir.
https://www.youtube.com/watch?v=bUu0m9Uizyk&ab_channel=Nasjonalmuseet
Llegue a vos por mí mamá, ella te seguía. Le divertía tu lado malicioso y cínico. Fue antes de la muerte de la tuya, leerte nos conectaba, en el 2018 falleció. A veces leerte me conecta con ella, hay cosas que no comparto con nadie, como esto. A veces cuando lo hago pienso “esto es algo que ella me compartiría conmigo”, hablaríamos al respecto sin solución de continuidad, hasta puedo suponer sus comentarios.
Todos tenemos un ritmo y un tiempo. La contemporaneidad no hace vivir todo tan rápido y fugaz como un reel de instagram y a veces no llegamos a digerir lo que nos pasa o hacemos elipsis, nunca hay tiempo para traspasar las emociones, sobretodo el dolor o la tristeza. Abrazo
Un médico que se llama Gabor Mate habla de la adicción como un mecanismo para tapar el dolor. En vez de dejarnos atravesar por él, nos anestesiamos con algo agradable, demorando el proceso. Mientras más sensible seas, mientras más sientas el dolor, es probable que te cueste más lidiar con él…..
min 12: https://www.youtube.com/watch?v=H9B5mYfBPlY&t=248s
Cuanta claridad, leo y releo este blog hace varios años por posteos como este, y en este caso pica cerca. Recientemente perdidos 3 familiares, pocos meses pasaron y aun seguir sin hacer pie, buscando distracciones, pero estimo que nada será como antes. Pensando tus palabras, quiza el duelo es enfrentar ese dolor innumerables veces y de desconocida manera cada vez
Es la primera vez que leo escribis ” mí mamá”
Qué laburo profundo estás haciendo.
No hay nada peor que lagunas en la mente, que rincones sin explorar por miedo, ( lo sé muy bien). Como se pueda y con el propio tiempo de cada uno hay que hacer el esfuerzo. Tapar para evitar “sufrir” es tirar para más adelante lo que es inevitable.
Hay situaciones( feas, o injustas ) que son ajenas a nuestro accionar, eso también hay que verlo. Yo también quiero verlo, aceptarlo.
Dónde y cómo estaba parado uno .
Te deseo lo mejor.