Muchos me preguntaron por qué durante la semana pasada discontinué los post del blog. La respuesta puede ser muy complicada o muy sencilla; aunque, en realidad, fue mutando. Llegar a los cincuenta años para un hombre supone ser un momento confirmatorio. Es la instancia en la que su supuesta madurez es dada como un diploma por una sociedad que ve en uno, el ejemplo de futuras generaciones. Lo único que uno tiene que hacer es demostrar que uno estuvo comprometido con ese sistema ya sea a traves del matrimonio, hijos o riqueza. Desde ya, ser gay hace que uno comience esta carrera desde un lugar un tanto desfavorable ya que, segun el orden Edípico, este es el momento en el que el gay comienza su triste y solitario descenso a los infiernos en el que pagará por su hedonismo y por no haberse esforzado lo suficiente por la sociedad. Como dijo un ex (muy) amigo mío: ‘a Rodrigo sólo le importa él’ para pocos meses despues decir tras una de mis recaídas: ‘y ahora cómo le digo esto a mis hijos’. Los hijos y el futuro como un esquema Ponzi heterosexual.
Por supuesto, todo es una construcción que envuelve una gran mentira. Sin ir más lejos, en este blog hemos discutido la película que marcó el comienzo de mi crisis de los cincuenta que no es otra que Muerte en Venecia, dirigida por Luchino Visconti sobre el libro de Thomas Mann. Más allá de las maravillas que la hacen una obra maestra del modernismo melancólico, es su final el que me interesa oorque, lo que tenemos allí es un ejemplo, o bien, de homofobia internalizada o del patriarcalismo que usa a los ideales de belleza gay clásicos contra ellos ya que, según esta perspectiva, lo que sale de ese ejemplo de lo ideal es usando esa conflacion de lo clasico y lo juvenil para poner al gay en su lugar, que es el de ser un muerto vivo pasada cierta edad. Me refiero al momento en el que Tadzio entra a la laguna, mira hacia atras, ve al hombre que lo mira con fascinación que parece estar muriendo para, al final, hacer un gesto como si lo llamara. Tadzio de pronto es, algo así, como el angel de la muerte que atrae como bello para llevarselos a todos del otro lado del rio en el Hades. Este es el final que le permite a alguien como Visconti salirse con la suya.
Hace dos semanas conocí a un joven rumano y casi, sin pensarlo, lo invité a lo que por su mirada pensé que tenía ganas de hacer: coger. Lo primero que me llamó la atención fue su cuerpo. No era un cuerpo trabajado de gimnasio ni adelgazado para parecer cool sino alimentado fuera de la ciudad y capturado en el precismo momento en el que la fruta se está por caer del arbol. Ese momento en el que la belleza aún no puede darse cuenta que es bella porque de hacerlo, hubiera dejado de serlo. Hablaba poco ingles y yo nada de Rumano pero una de las pocas cosas que dijo fue ‘no quiero un novio’. Esto me interesó particularmente porque ahora los jovenes tienden a ponerse de novios desde muy temprano, en principio, para compartir gastos. En mi caso particular y en este momento de mi vida, no imagino a un hombre durmiendo en mi cama y comienzo a creer que las ‘parejas’ son otra construcción cultural. Una vez que uno se saca el chip, tienen menos y menos sentido salvo que vengan con una muy clara contraprestación o uno esté dispuesto a invertir su energía psicológica en las fantasías romanticas de la cucharita y no sé qué más.
Fuera de lo cultural y más vinculado con lo natural, el muchacho era talentoso casi, al punto, de actor porno in the making pero, a esta altura de la vida, no era eso lo que me interesaba sino lo firme y al mismo tiempo juvenil de su cuerpo al que yo miraba con cierto asombro. A lo que me refiero es a la tensión de la piel, la combinación de hueso y musculo. Pero entre ambos, habían traumas. Entre los dos extremos había trauma gay: un hermano (seguramente homófobo y que utilizaba para su propio posicionamiento familiar la homosexualidad de su hermano) y lo obligaba a estar en casa antes de las doce cual Cenicienta inmigrante; una madre que, en resumidas cuentas, lo hacía sentir culpable por haber nacido y, ademas, la necesidad de hacerse una vida en un país cuya lengua ni siquiera comprende. Tamaño contexto no hace otra cosa que reproducir, desde adentro, su odio por aquellos como él y, a decir verdad, algunas de sus cualidades porno tenían que ver con este desprecio. No era de sorprender que no le gustaran los besos porque son ‘algo especial para mí’, posiblemente reservados para esa novia que nunca llega. Sin embargo, el momento Perlongheriano llegó (y creo que, en este punto volvemos a hablar de lleno de mi crisis de los cincuenta) cuando vió una remera mía que le gustó y me pidió que se la regalara. Le dije, consciente de lo transaccional que se estaba volviendo la relación, que no tenía problema pero a cambio quería un beso. Inflexible no transó y yo me quedé feliz con mi remera. Pero con él, creo que llegó el COVID que, en mi caso, adoptó una forma más psicológica que física con un dolor de cabeza persistente que duró tres días y me dejó sin energía para mirar pantallas.
HABEMUS NUEVO CAÑECHAT Y ES CON Oscar Contardo CON QUIEN CHARLAMOS SOBRE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE CHILE, LA INFANCIA DE Pedro Lemebel, LA RAZÓN QUE TENÍA ROBERTO BOLAÑO AL DESCRIBIR A CHILE COMO UN ‘NOCTURNO’, ENTRE OTRAS COSAS
Y SI LO QUERÉS ESCUCHAR COMO PODCAST, ESTE ES EL LANPODCAST BORICIANO DE ESTA SEMANA
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MI ‘HISTORIA A CONTRAPELO DEL ARTE ARGENTINO’ (PENGUIN/RANDOM HOUSE, 2021) EN LA CAMA DE ESME MITRE
Bueno, convengamos que Covid y momento Perlongheriano aparte, igual valiò la pena culiarte al pendejo, no? Good for you 🙄🙄😋😋
Uhh, espero ya estés bien.
Yo crei que no posteabas porque estabas muy ocupado dando los cursos 😅.
Che, esta es la muerte en venecia, loco, mis profes de la uba taban normalizando la pedofilia re fulero en su momento, ponele q la peli ta buena, q no ta buena, pero ponele q sos un sensitive guy with a sensitive mind.
Ya si mirás al actor es perturbador, se lo quería culear a tadzio y se estaba derritiendo en el acto, un viejo verde y todas las focas intelectuales del cine aplaudiendo. Mammita.
“No si, esto debería ser normal porque en nuestro mundo de fantasía sin Dios no existen medidas para que nuestras enfermedades sean tratadas”
Así te despertás un día y 2 travas tan luchando por un premio de natación femenino.
La emergencia de la realidad es la clave, es lo q hablan al menos 3 religiones semitas, no importa lo q se bendeen las ideas originales, en algún momento la realidad va a surgir como una isla en el mar de la fantasía que se armó la gente y va a preguntar… sos feminista o pro transvestites? y la respuesta tiene q ser una.
Como dijo Dave Chapelle, I’m team TERF
jajaj, ta buena la historia del beso y la remera
Todo es una trampa que envuelve una gran mentira.
El hedonismo y querer estirar lo máximo posible la adolescencia, también lo es.
Quizás la pareja y apostar al futuro teniendo descendencia y/o siendo en algún aspecto ejemplar o inspirador para los demás esté sobrevalorado, quizás el sexo casual y los abdominales estén sobrevalorados.
Apostar a la pareja o a la vida en solitario puede ser un acierto o un error. Cualquiera de las dos alternativas puede convertirse en una cárcel con las puertas abiertas,
uno puede estar más solo que un soltero estando en una relación que no va y que ahora se denomina relación tóxica. Pero la relación tóxica también puede ser de uno con uno mismo.
Todo es una construcción cultural, y uno puede apostar o no por la vida en pareja
Que a priori no me parece ni más ni menos natural, ni mejor ni peor que, casi sin mediar palabra, garchar con un rumano con dotes de actor porno
Una pareja puede seguir o no el modelo que la sociedad o el sistema reclama y denomina como normal, esto es hoy más que nunca una decisión de cada uno y de cada pareja,
Lo que no debería faltar es confianza, respeto, amistad, ternura y fe.
Este conjunto que en una palabra se puede llamar amor, y que está alejado al concepto de amor romántico que nos vendió Hollywood
Creo que el sistema prefiere gente sola y sin descendencia, pero hiperproductiva, o parejas que se detestan pero que puedan pagar el alquiler o la hipoteca. La sociedad y los individuos se van adaptando moralmente a estas demandas sistémicas… y la vida se empequeñece.
En esta realidad en la que vivimos, tener pareja o no es secundario frente a la posibilidad de amar, que me parece realmente lo contrario a lo que está establecido.
El protagonista de muerte en Venecia pagó demasiado caro su viaje y su obsesión con tadzio, la peli exagera porque visconti quiso ser dramático. Pero quizás el músico pagó con su vida, además de su obsesión con T, el haber perdido el amor; que en su caso eran su hija, su mujer y su arte.
Mmmm, yo a los que veo hiper productivos es a los heteros en pareja con niños que tienen que hacer malabares para sostener toda la estructura….
También. Y veo mucho mal humor-maltrato de padres a sus hijos, cómo si los niños tuviesen la culpa De que no pueden ahorrar o de que llegan a duras penas a fin de mes.
Y…en la Era de la Productividad Permanente, tener hijos es un problema presupuestario de largo plazo.
Para eso el que la tiene clara es Marley que a su hijo lo hace laburar para amortizar lo invertido en su concepcion, el pendejo le esta devolviendo al papi, lo q papi gasto
https://www.instagram.com/p/CY7rv5JrxuL/
El desconcertante estado bulimico de Florencia Kirchner.
Recontra anoréxica pobre chica…
Bufarra y con piorrea, ni pagando te acercan el hocico. El turismo sexual lo vas a tener que hacer en algun pais bien pobre de centroamerica, ahi mas que una remera quieren llenar el buche para vivir un dia mas. Y ya estas tan quemado que una peste mas encima no te va ahcer la diferencia.
Si no la viste, tenés que ver “Eastern Boys”, película francesa de 2013, dirección Robin Campillo.
Dura la vida del puto viejo,
Yo me contagié covid de mi hija y casi la palmo. Eso sí, en la Venecia de América.
Tu historia garpa más!
Yo ni rumano, ni remera…
Que sentidos estos tipos de relatos que compartis. Siempre comento lo mismo. El Covid queda como de fondo, no?. Un signo de nuestros tiempos. Espero que estés mejor!.
Creo que el objetivo de muchos en buscar consolidarse, formar una pareja, una familia y obtener un éxito determinado va de la mano de asegurarse una senectud más tranquila, así como cierto espíritu de trascendencia que todos tienen frente a la inescapable mortalidad. Entender eso es una cosa, pero apartarse de ese esquema es otra muy diferente. Como alguien que lo entiende, pero que prefiere seguir un camino no totalmente antagónico a ese ideal (tomando en cuenta lo primero); es que no me sorprende el idilio seguido de debacle. El placer efímero que ofrece el sexo en toda su dimensión y desde la mismísima observación y admiración física del otro es un patrón que se repite si no se aceptan esquemas basados en la reciprocidad de alguna manera, y en el caso de rechazar toda complejidad, la única viable es la de la transacción; donde uno se encuentra con la horrible realidad de que sus defectos y virtudes físicas (incluída la edad), pasan a ser bien una particularidad que aumenta el valor de la mercadería en oferta, o bien algo que la condena a tener que equilibrar esa balanza con otros bienes. Es muy triste, pero en ausencia de cualquier estructura que involucre más complejidad, el mercantilismo imbricado en la mente humana hace predecible aparición.
Ahorre sus entreveros semanticos, aca lo que tenemos es un viejo bufarron, que en su estertor existencial, solo se alimenta de la enrgia de quienes rebosan de ella, llamese un putito joven caido del sistema, o de alguna familia con hijos que lo acoje inocentemente.
Es un chupador nato, un gloton que todo lo traga, sin porcesar, y no devuelve nada. Un amarrete de la vida que encuentra sociego en validarse a travez de la miseria de los demas, y en cuatro, cinco boludeces de bazar que le decoran el departamento.
Esta recontrafrito, termina en una cuneta, o lo encuentran despues de 4 dias apestando en un charco de liquido cadaverico.
Qué podrido al pedo que sos; estás mal viejo, muy mal!