
GLORIAS ARGENTINAS
El tema de hoy es Jay Mammon pero para hablar de su presunta “pedofilia” o mejor dicho de la homofobia estructural de la sociedad argentina que lleva a, por un lado, saltearse a la justicia para crucificar a un homosexual con la posibilidad de arruinarle la vida, tenemos que hacernos algunas preguntas. La primera pregunta es si somos conscientes de que la cultura contemporanea argentina está construida sobre los cimientos del Grupo Sur y el Grupo Boedo, varios de ellos cancelable en este sentido. El primer ejemplo que se me ocurre es el de Jorge Luis Borges y Maria Kodama quien fue apalabrada como amante a los 14 años. Y ya que estamos por què no cancelamos a Perón tres veces Presidente de la Nación y conocido por su predilección por las menores de 18 años.
Ademas la sociedad argentina entera deberia cancelarse o al menos, sincerarse porque lo de Mammón obedece tambien a las razones opuestas a las aparentes y lo que presenciamos no es otra cosa que la expresión representacional (en el sentido Freudiano) en tnato sintoma de una sociedad “pedofila” y cómplice. No nos olvidemos que durante los 1980s, se consagró como ídolo nacional a Alberto Olmedo, que alcanzó la gloria televisiva con el sketch de La Bebota donde un padre entregaba a su hija adolescente a un Manosanta y el chiste era el abuso per se. Click to TweetEl pecado de Jay Mammon no es la pedofilia sino haberse hecho un lugar en el mundo del espectáculo a base de talento y haberlo hecho sin llegar a los extremos de la autorridiculizacion de un padre gay encarnado en el estupido de Marley. Esos momentos son en los que todo el racismo argentino disfrazado de tolerancia se pone en escena al celebrar e incluso, considerar como atributo de buen padre, la puesta en evidencia de la crueldad del neoliberalismo neoesclavista en donde se muestra como Mirko se gana el pan y el honro en el que se cocino el bebe es una afroamericana sin seguro medico. Nada de esto hizo Jay. Por exageradas que parezca la comparación, hay cierto paralelismo entre la demonizacion a la que fue sujeto Oscar Wilde y la crucifixión para-Cristiana de Jay Mammon.
PUTOS SOBREPROTEGIDOS
Cuando Pangaro, entonces mi socio en la serie anterior de mi podcast Intelligentsia Communista fue a la cárcel a ver a uno de sus colegas sentenciado por cogerse a una groupie victima Ada, hice un tanteo entre los asistentes a mis cursos online sobre si les parecía bien que abordara el tema. La respuesta fue casi unánime: “no te metás”. Recuerdo que la sutil artista feminista Lucrecia Agulla esgrimió como razón principal que es un tema que precisa mucho contexto y mucha historia para ser debatido. Ni hablar para ser debatido en el contexto mediatizado de los debates argentinos en paneles precarizados. Aún más contundente fue el más joven artista y DJ residente en Mexico, Oliverio Segura, quien tal vez por tener el punto rojo del laser en la frente desde el MeToo al ser blanco y heterosexual, inmediatamente espetó: “no te metas, ese es un tema en el que no hay mucho margen de discusión. Es ilegal”. Lo que tanto estas dos personas a las que respeto enormemente y conozco hace casi una decada manifiestan es dos modos de una cultura que ha venido moralizando la ley. Esta ha sido la labor de los medios en el supuesto progresismo de Kirchner y en el mas obsceno crimen organizado de Macri. Esta moralizacion automatica de la ley, a alguien como Oliverio que ronda los treinta y pico le ha sido impuesta como un dato de la naturaleza por los medios. Este ha sido el terrible triunfo del neoliberalismo en la Argentina y en Chile.
EL PUTO COMO AGENTE DE MORALIZACION PATRIARCAL
Fue precisamente esa moralización de la ley la que hizo escribir al periodista Chileno, Oscar Contardo, autor de “Loca Fuerte: Biografia de Pedro Lemebel” publicada el año pasado y amigo de este blog hasta que yo tuviera la mala idea de hacerme intimo amigo de Víctor Hugo Robles, el Che de los Gays, un morocho villero (que vive en una población para decirlo en chileno), que, según Contaredo, “llevó a la perdición a Pedro Lemebel invitándolo con cocaína en su lecho de muerte en medio de un fulminante cáncer que le costó la vida.” Conozco al Che y sospecho que esto era más una orden de Lemebel que una invitación suya Habiéndome dedicado los dos últimos años a estudiar a Lemebel lo que entiendo ocurrió fue que el dolor fisico, el autoengaño de su lado adicto y su alto nivel del homofobia internalizada, hizo que co un gesto o una mirada iniciará el rumor. Lemebel era alcohólico y tenía una personalidad altamente adictiva, algo que el Che de los Gays no tiene. En medio de un ciclo de consumo, Lemebel para justificar a sí mismo su imposibilidad de controlar su voluntad (que casi nunca es controlable), introyectó su propia culpa haciéndose el yogui Palermitano de lunes a jueves y reventándose de viernes a domingo. En una cadena de auto justificaciones y mentiras a sí mismo, pasó a modo de chisme y en voz baja el rumor. Esto fue irresponsable de su parte pero entendible en el estado en el que se encontraba y siendo quien era.
Sin embargo, el peligro de tener gente como Contardo contando estas historias es la proyeccion de su propia homofobia y su miedo a ser lo que es: pobre y morocho en un pais como Chile. Contardo en lugar de deconstruir desde lo que yo llamo “el trauma gay” y ver en el gesto frustrante, indicadores de una hermosa amistad, decide monumentalizar al muerto sacrificando al vivo. Pero al hacerlo convierte al santo puto en un pobre boludo influenciable y va contra el legado de Lemebel al naturalizar la relación entre moral y ley. en el camino hace aquello contrario a lo que Lemebel dedicó la ultima parte de su vida que es cuestionar la relación natural entre moral y ley para acercar la delincuencia a las alturas del arte.
CAÑETE MÁRTIR
Pero volvamos al caso de Mammon y la pedofilia. La diferencia entre Lucrecia, Oliverio y yo es que ellos no son gays. Ninguno de ellos, por ejemplo, sintió la mirada de la joven madre profesional norteamericana de dos hijos en edad escolar que alquilö la parte de arriba de la casa en Creta, al verme llegar a las 10 de la noche con mi noviecete modelo. Pocas veces yo me enfrenté o quise ver ese tipo de mirada que decîa: “Mis hijos están en peligro con estos dos degenerados debajo nuestro”. Esa mirada estaba cargada de otras cosas. Cierto resentimiento al estar ella y el marido en sus jóvenes treinta y pico trabajando hasta en vacaciones y asexuados viendome salir bronceado, relajado con mi tabla de paddleboard a disfrutar de la vida. Es muy probable que se sintiera atraída e incluso su marido. La combinación de ambas es terrible y peligrosa.
Tampoco Lucrecia ni Oliverio sintieron el dolor en ese lugar en el que los seres humanos sentimos fisiológicamente la pena, o sea en las proximidades del esternón cuando mi amiga de la adolescencia Alejandra Uslenghi, a quien había puesto en contacto con otros amigos íntimos que proclamaban a quien los quisiera escuchar que eran mi familia y a quienes JA, tiró como hipótesis de la inexplicable partida y extirpación de mi vida de la de ellos como si fuera un tumor por haberles demostrado, sin siquiera proponérmelo, que no solo no son parámetros de buena conducta sino malos hijos y bastante hijos de puta. La hipótesis de Alejandra fue que, tal vez, estaban enojados porque yo me encerraba en mi loft y tras dos meses de estar juntos todo el tiempo, no estuviera tanto con ellos. Según ella, JA no creían que yo me encerrara para concentrarme en mi escritura sino a drogarme y tener sexo con extraños. Cuando me dijo eso no solo estaba hablando de ellos, estaba dando, al fin de cuentas, su propia opinion. No digo que lo pensara pero que entrara dentro del arco de posibilidades daba cuentas de una mente mas amplia que la mia y dicho sea de paso, cual seria el problema si lo hiciera?
EL HETERO NUNCA ES FAMILIA PARA UN PUTO (SALVO QUE SEA QUEETERO)
Los acontecimientos se desataron cuando intenté pagar el alquiler a Nitsa, la dueña de la casa, para quedarme en esa casa lo máximo posible. Cuando ya le había entregado el dinero y ella sostenía el montoncito en la mano, percibió algo en mi porque me mostró la foto de su marido y de su hijo. J, quien gritaba a quien lo escuchara que yo era su familia, entró sin anunciarse dando una patada en la puerta con su nena en brazos. A sus entrados ochenta, la mujer se sobresaltó. Vale decir que fue el mismisimo J quien me habia informado, con cara de empatizo, que su marido y único hijo habian muerto casi al mismo tiempo que mi mama. Mientras le pagaba, me comenzaba a mostrar las fotos de los dos tras lo que la tomara de la mano con lágrimas en los ojos. Ese fue el momento en el que el diablo se metio, no J sino el diablo. Ella me miró como pidiendo ayuda y yo entre J y ella, elegí a ella. Lo vi un par de horas después en la playa donde hablamos del tema y le sugerí que pidiera disculpas formalmente por el bien de él y por el mio ya que si hacía la denuncia íbamos presos. Lo que el hizo fue un delito serio que se llama assault y es suficiente para que nos manden a los dos de una patada en el orto a Buenos Aires. Demás está decir que este despliegue de violencia ocurrió tras presenciar conversaciones con el abogado de la empresa de su mujer que él co dirige en el que se estaba tomando la decisión de arruinarle la vida a uno de sus mejores empleados por mandarle textos de cierto contenido romántico a una companera de trabajo. La situación carecía de la gravedad suficiente como para hacerle una denuncia penal. Lo que quiero decir con esto es que es este tipo de ignorancia mezclada con el sentido de excepcionalismo que pertenecer a cierto grupo social da en un país como la Argentina genera el caldo de cultivo para cacerìa de brujas como la que ocurrió lo que ni es justo ni ètico porque si de justicia hablamos A no estaba al lado de su padre en su lecho de muerte de cuyo dinero usufructuaba y usaba como justificacion el haber elegido traer otro hijo al mundo justo en ese momento con un tipo como J al que no soporta, posiblemente porque es hijo de un torturador de la última dictadura militar y una madre bagayera que trata de cobrar una herencia con un hermano que tuvo que salir a pedir ayuda a Grabois para que no lo dejen en la calle. El modo en el que J trato a su madre en mi presencia me dejo bien claro de que tipo de persona estamos halbando. Qué tiene que ver todo esto con Mammon?
Sobrevivir al Talento
La sociedad está llena de gente poco talentosa que ve en el matrimonio una razón para justificar su existencia y su lugar en la sociedad. El mecanismo casi siempre es la procreación, o sea aportar ala reproducción de la sociedad, algo que el gay no hace y de lo que se lo culpa. Por eso su lugar, siempre es de apoyo, generalmente, a la mujer que es, supuestamente debil. El marido siempre aparece como dedicado a cosas serias mientras que el puto le enseña a la mujer arte y varias cosas mas. Pero esto tiene una limitación que se marca cuando el puto toma la palabra y no la usa solo para autoflagelarse (primeros años de mi blog) sino tambien para hacer una critica social (la década entera de vida de este blog). Si el puto tiene una voz creíble y genuina, la sociedad tiene que endiosarlo para achatarlo y quitarle esa voz (Lemebel) o intentar aniquilarlo (Mammon y yo).
Desde ya, hay diferencias entre las acusaciones a Jay y a mi pero no tantas porque como no me podian acusar de eso, me acusaron de todo el resto de los males NiUnaMenoseros. De pronto fui el vortex de un catálogo de males en tiempos de guerras culturales: gordofobo, misogino, andrógino, homofobo y transfobo. Pero la acusación de pedofilo es una de las dos tradicionales acusaciones que recibe un homosexual de parte de la cultura patriarcal. Pero a eso me voy a referir en el proximo Post en el que quiero mostrar como el caso contra Oscar Wilde y el caso contra Jay Mammon tiene más de un punto en comun y rebelan al Kirchnerismo como uno de los gobierno mas oligarquizantes de los que se tenga memoria. CONTINUARA