MIS RESEÑAS
Sergio Massa: La ‘Loca’ Panqueque Enclosetada Que Se Pasa de la Raya

Esta primera reseña electoral está dedicada a mi amigo El Coronel Gonorrea

Las imágenes del candidato presidencial peronista Sergio Massa que circularon por las redes sociales en las que parece estar puesto (eufemismo con el que en la Argentina nos referimos a los consumidores de cocaína) están indudablemente retocadas pero sus movimientos dan cuenta de una persona agotada que no está totalmente control de su voluntad. La deshidratación de su flacura y el modo en el que reaccionó a la viralización del video preocupan ya que su reaccion immediate fue la censura. No importa si es verdad o no, la amenaza de un ministro de llevar a la justicia a los medios o redes sociales por comentar sobre lo que es evidente es una señal de alerta.

Consumo

En materia de drogas, no seré yo quien tire la piedra moralizante del consumo de estupefacientes ni de drogas legales porque (aunque en la actualidad me aburrí de la primera y la escritura me lo impide) me gustan las dos. Como sabemos, la denominación Churruquense de “estupefacientes” es un eufemismo a través del cual el sistema capitalista y patriarcal se refieren a las drogas tambien consideradas como ilegales o duras. Esta categorización en realidad esconde una división mucho más cruel en la sociedad que divide a los integrados de los apocalípticos o, dicho de otro modo, a aquellos cuyas condiciones de ingreso a la sociedad cuando pequeños le dieron la posibilidad de navegar la vida con las herramientas requeridas y aquellos cuyo trauma por no haber contando con lo antedicho los torno, a veces pero no siempre, improductivos. En este último grupo tenemos que incluir prácticamente a toda la población o por lo menos a toda la población porteña y no sólo de adultos sino también de niños. El único modo de tolerar el ritmo y la inestabilidad de la vida en Buenos Aires es a través de algún tipo de medicación que alivie el dolor psíquico por la imposición de un futuro que no es otra cosa que un esquema Ponzi.

Pero Sergio Massa se para en la medianera entre estos dos mundos. Mi lugar tanto en la política argentina de la década del 2000 como de los medios a partir del 2010 me colocan un lugar interesante ya que me crié (en lo publico) con gente muy cercana a Massa. Hoy son conocidos y amigos y son una parte constitutiva de la nueva élite de cuarentones y cincuentones que manejan lo público. Esos amigos ya me dijeron que Massa sería consumidor de cocaina. Para proteccion judicial sobre este tema tengo una plethora de whassap de gente muy influyente en comun por si al candidato se le ocurre hacer juicio. Lamentablemente, el pretender ocupar la presidencia lo coloca en un lugar de exposicion sin precedentes y estos debates pueden y deben ocurrir.

Panqueque

Su victoria sobre Milei en la segunda vuelta sorprendió y no sorprendió al mismo tiempo. El gran perdedor de estas elecciones ha sido el progresismo y el gran ganador ha sido Macri. Ayer hablábamos con mi querida amiga Carmen Berenguer del modo en el que el cristianismo se apoyó en un progresismo Conicetero, imbuido hasta la médula en el poststructuralismo que hizo que esos pelotuderrimos fans de Jorge Luis Borges que creen que los caminos se bifurcan y que las ruinas son realmente circulares y que nada es todo y que todo es nada terminaron haciéndole el juego a una derecha de la post verdad que le usurpo a la izquierda blanca intelectual de Puan el significante flotante mientras Beatriz Sarlo jugaba a la sexualización de una alternativa progresista de señora ofendida a la que la sociedad, supuestamente, le debe algo por haber sido alguna vez inteligente. Hoy, el posestructuralismo ya no es un modo analítico de reclamar pluralidad política sino un modo de reprimir a partir del autodisciplinamiento moralizante neoliberal. Dicho de otro modo, las tres opciones que se presentan al electorado son de derecha no solo porque representen variaciones de un modelo similar de relacionamiento con el Estado de Bienestar sino porque son tres seres tan carentes que, en si mismo, demuestran el desprecio de la clase politica respecto de su responsabilidad histórica. Desde este punto de vista, el que Massa haya ganado en la segunda vuelta era una posibilidad real en un electorado partido en tres tercios en el que el poder real no esta en juego ya que inmediatamente se realineó a partir de la iniciativa de Macri y la Embajada de Estados Unidos.

La victoria de Massa en segunda vuelta sorprendió porque es el Ministro de Economía del desastre. Un país con 138% de inflación interanual, uno de los peores índices del mundo. Pero además, este abogado de exactamente mi generacion ya que tiene mi misma edad (51 años) sacó más del 36% contra los 30% de Milei, gracias al respaldo del kirchnerismo, la fuerza con la que confrontó en el pasado y a la que ayudó a sacar del poder en 2015 para entregarle el poder a Macri. Justamente, la clave del éxito de Massa -dicen los analistas- es que logró unificar el voto del peronismo, la fuerza creada hace casi ocho décadas por Juan Domingo Perón, que ha dominado la vida política argentina en las últimas décadas. Hace unos dias, Marcos Novaro, agente de un idiosincraticamente llamado CIPOL (Centro de Investigaciones Políticas), le decia a la BBC que “el voto peronista es un voto sólido. Aunque está debajo de su piso histórico -nunca le fue tan mal como en estas elecciones-, de todos modos es un piso que resiste”. Novaro dice lo obvio que es que la aparicion de Milei “dividió el voto opositor” lo que perjudicó a Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, quien quedó fuera del balotaje al salir tercera, con menos del 24% de los votos.

La estrategia electoral de Massa apuntó a resaltar el impacto que tendría para muchos argentinos la propuesta del economista anarco-capitalista de reducir el Estado a un mínimo, y parece haber calado hondo entre una población que hoy depende fuertemente de la presencia estatal (desde la salud, la educación y el empleo público, hasta los subsidios al transporte y la energía). El voto peronista se ha convertido en un voto reactivo y por ello conservador. Para Massa, aun si gana, este es el comienzo del fin porque no gana con una propuesta sino con una respuesta en donde no tiene la iniciativa sino que lo que puede hacer es posicionarse como un corcho que detenga el avance de una fuerza que parece incontenible. Esto lo obliga a seducir al votante de Bullrich y sus comentarios sobre la impunidad jurídica de Cristina, en esta oportunidad, le deberían jugar realmente en contra porque es precisamente lo que hace tan pero tan anti-Peronista ese voto. Los Lanata y la mar en coche han quedado de pronto descolocado ante esta Trumpizacion de la política con un personaje que se parece mas a Girolamo Savonarola que a Donald Trump pero que, sin embargo, cuenta con un Donald Trump (Macri) esperando en las sombras.

Chiche de Moreau

Por alguna razon, nadie lo dice pero Massa es un invento rarísimo de Chiche Duhalde. Su incorporación y ascenso coince con mi ascenso y salida. Yo diria que ese perfil joven brillante carismático para la era mediática lo compartimos el, Alberto Föhrig (que estaba con Storani) y yo (Jefe de Asesores de Moreau). Föhrig y yo teníamos todas las de perder porque éramos demasiado intelectuales. Alberto tiene un Doctorado en Ciencia Política del Saint Anthonys College de Oxford y el viento acabó arrimándolo a Patricia Bullrich de quien, hasta donde yo se, es o era mano derecha. Mi caso es de publico conocimiento. Ambos, en tanto “tecnicos”, concepto que aparece hacia fines de la década del 1990 para minizar a gente como nosotros y es forjado por militantes históricos con títulos comprados como Cecilia Moreau, por ejemplo. Al generarse esta division lo que se sentaron fueron las bases para una grieta que luego el Kirchnerismo aprovecharía desactivando a los intelectuales transformándolos en algo cuidado, precioso, subsidiado, sin calidad y que nadie escucha. Del otro lado quedaron figuras como Massa que si no eran militantes de base, anunciaban su compromiso de serlo comprometiéndose, de por vida (ya que a no ser que te vaya muy pero muy bien, no hay salida) con la casta política. Cuando entendí que la única forma era casarse o haber nacido, como buen puto, me fui. No sin antes garchar insatisfactoriamente con Spolsky quien, en ese entonces, era el jefe de mi jefe (Leopoldo Moreau). Es en ese punto en el que la historia de mi generación se complica ya que, créanlo o no, yo fui, soy y serè un idealista.

Mas alla de todo Maquiavelismo o Poststructuralismo Derridiano, yo soy un nene pudoroso católico de clase media baja lo que significa que siento culpa, tengo principios y confío en las instituciones que Alfonsin consagro como la panacea para todos nuestros problemas. Mi decision de garcharme a Spolski, visto retrospectivamente, fue un claro mensaje a Moreau de “no te creas que si quiero no te puedo hacer mierda por lo que me voy porque no da perder una vida peleando con gente como vos”. Dicho de otro modo, cuando trabaje con Moreau, yo realmente confié en su proyecto. Para mi el Moreau post-IBM Banco Nacion era Danton en la Revolucion Francesa. Para mi era un honor estar en su presencia por haberse plantado a lo mas rancio de la corrupcion corporativa internacional en el momento que era realmente complicado hacerlo. Sin embargo, varias cosas pasaron. Una que todavia no estoy preparado para ventilar en publico y otra, que me consta a traves de mi secretario privado Pepis quien siguió los pasos de Massa y nunca mas me dirigió la palabra, casándose con unas de las hijas de Moreau. Convengamos que la gloria nunca fue un atributo de Pepis. Lo que Pepis me contó y María Carmen Banzas (ex mujer de Moreau) me confirmo fue que, por lo menos, hubo una oferta de coima de Sergio Massa exactamente en el año 2003 vinculada a la construccion de Nordelta. El pagador era Eduardo Costantini y no me consta si la coima se pago o no pero que estas conversaciones existieron, me consta. Dicho de otro modo, Sergio Massa fue un invento de Chiche Duhalde que pronto se le autonómizo con el ascenso de Kirchner al hacer de contrapeso en lo que, convengamos, fue brillante. Pero esa autonomizacion no fue usada para el bien sino de manera destructiva y corrupta. En materia cultural, arrastro a Diana Saiegh al Fondo Nacional de las Artes y no me consta que sea estrictamente corrupta pero es grasa e inepta lo que al final y al cabo es peor. De ganar Massa, en cultura va a estar la gente mas reaccionaria y freeshopera que uno se pueda imaginar.

Massa no es un peronista tradicional: su origen político es conservador liberal y propone recetas promercado. Pero su principal característica ha sido el pragmatismo, que lo llevó a tejer alianzas con antiguos rivales, como Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y el actual presidente, Alberto Fernández, con quienes llegó al poder en 2019 con la coalición Frente de Todos.Yo diria que los que nos fuimos somos los idealistas y los que se quedaron, paradójicamente, los “pragmáticos”. Esto hace que, naturalmente, se haya acercado a otra pragmática como Cecilia Moreau, que se reía de mi condicion sexual pero con la ley de Matrimonio Igualitario se desarmaba en elogios por la comunidad homosexual. Cecilia Moreau, como Pepis y Massa nunca trabajaron y, al mismo tiempo, se pasaron toda la vida trabajando. Al unirse se garantizaron, partiendo de un pacto supuestamente espurio y corrupto una alianza en la que los Moreau tenian una pata en cada lado del puente. Pero es muy posible que, increíblemente, se queden sin nada porque si hay alguien con quien Milei no pueden transar es con alguien como Moreau si de reducir el Estado se trata o si?

Cecilia Moreau

La relación de Cecilia Moreau con el panquequerismo es análoga a la de su jefe Massa a quien se lo ha apodado “panqueque” por las veces que se ha dado vuelta políticamente (una referencia a la masa de un panqueque, que debe ser girado durante su cocción)-, lo cierto es que esas alianzas lo llevaron al lugar donde está hoy.“Fue una apuesta que le salió bien”, dice Facundo Nejamkis, director de la consultora Opina Argentina.“Massa es el único (peronista) que tiene una vocación de liderazgo suficiente como para desafiar a Cristina Kirchner y el peronismo necesita un nuevo liderazgo, alguien que le muestra un norte, por ahí pasa su virtud”. El problema es que un panqueque nunca es un líder sino un seguidor.

El candidato de Unión por la Patria empezó su carrera política siendo apenas adolescente, en la década de 1990, cuando gobernaba Carlos Menem, otro peronista no tradicional, que intentó neoliberalizar el pais y lo hizo parcialmente hasta que los sindicalistas, tras tranzar el sistema de salud como peaje para sentarse a dialogar, lo rechazaron. Massa es transfigurado por Chiche como peronista pero sus origenes (y se le nota en el look) estan en la conservadora Union de Centro Democrático (Ucedé), la peor lacra de la que se tenga memoria.

A pesar de su juventud, empezó a ganar poder político. A los 27, en 1999, obtuvo su primer cargo electivo como diputado provincial de Buenos Aires. Y con solo 30 años fue nombrado, tras la crisis económica de 2001, director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que maneja el principal gasto público del Estado. Este fue un entuerto entre Duhalde y Moreau. Este último ha financiado su vida politica y lo debe seguir haciendo, con la caja del Anses. El Anses fue su trampolín político, el cargo que le permitió hacerse un nombre tanto entre el público general como en las altas esferas del poder.

Las Tres Gracias de la Locassa

Ocupó ese puesto por cinco años, durante toda la presidencia de Néstor Kirchner. A pesar de que en el medio -en 2005- se postuló y ganó un lugar como diputado nacional en las listas del kirchnerismo, su candidatura terminó siendo “testimonial”: nunca asumió y su banca fue para otro de ese espacio. Se fue del Anses en 2007 para asumir como intendente de Tigre. Sin embargo, llevaba apenas ocho meses en esa función cuando fue llamado por mamita la supuestamente progresista quien va al bolsón de la ex Ucede y lo coloca al frente del aparato de la administración publica. Esto ocurrio, casualmente, tras la renuncia de, ni mas ni menos que Alberto Fernandez (quien dejó el cargo que había ocupado durante el gobierno de Néstor Kirchner con fuertes críticas a su nueva jefa). Dicho de otro modo, Massa es un invento de tres mujeres: Malena Galmarini, Chiche Duhalde y Cristina Kirchner. No extraña que hoy se acerque a uno de sus mentores a traves de su hija Cecilia. Esto habilita la pregunta sobre la homosexualidad de Massa y aunque se que parece un salto al vacio no lo es. Massa es un tipo que como yo, construye autoridad porque no es una amenaza (yo lo soy mas) para los hombres y les es seguro y atractivo a mujeres asexuadas, casadas con el poder. Yo creo que sus primeras declaraciones como jefe de gabinete dicen mas de lo que se puede decir porque, fueron una revelación intima ya que antes de tomarle juramento la mandataria le habria dicho al oído, a modo de broma: “Tenés 30 segundos para arrepentirte”. La de ellos fue, historicamente, una relacion no signada por la ideología sino por la conveniencia. Casi como una danza de apareamiento en la que ambos participantes saben que ni en perdón cogen.

Massa estuvo un solo año en el cargo. Desencantado con la nueva dirección que había tomado el gobierno volvió a asumir la alcaldía de Tigre en 2009, desde donde empezó a armar su propio espacio político de la mano de su esposa, Malena Galmarini, una política proveniente de una familia con larga trayectoria en el peronismo. Antes de irse volvió a postularse como candidato “testimonial” en las elecciones legislativas de ese año, obteniendo otra vez un escaño en la Cámara de Diputados que no ocupo. Tras dos años afianzando su poder en su bastión, Tigre, logró una contundente reelección como alcalde, con más del 70% de los votos. Parte de su éxito se debió a las políticas de seguridad que lograron bajar las tasas de robos -como la implementación de cámaras en la vía pública- propuestas que hoy presenta a nivel nacional como candidato presidencial y lo hacen potencialmente mas peligroso que Milei.

Pero esta no es la primera vez que Massa se postula a la presidencia de Argentina. Tras abandonar el kirchnerismo formó su partido propio -el Frente Renovador- y se alzó como el principal rival interno, dentro del peronismo, de la fuerza liderada por Cristina Kirchner. Primero, en el 2013, obtuvo -y finalmente ocupó- un lugar como diputado nacional, una victoria que supuso un duro golpe para CFK, ya que Massa venció al candidato de la presidenta. Pero la rivalidad alcanzó su punto culminante en las elecciones presidenciales de 2015, en las que Massa se presentó como candidato contra Daniel Scioli -elegido como sucesor de Kirchner-, y Mauricio Macri, de la coalición de centro derecha Cambiemos.

Los más de 21% de los votos que obtuvo Massa -quien salió tercero detrás de Macri y Scioli- solidificaron su posición como un actor relevante en la escena política nacional.Y el apoyo de Massa a Macri en la segunda vuelta, que contribuyó a la victoria del opositor, también ahondó las diferencias con su ex jefa política y da la pauta de su pragmatismo e deslealtad. En eso es mas traicionero que Cristina y casi tanto como Macri. En la antesala de los comicios legislativos de medio término, en 2017, Massa criticó en duros términos la postulación de CFK como senadora. Fue ahi cuando emitió la que yo creo sera la sentencia que le impide llegar a la presidencia aunque como dije esta muy cerca la cosa: “Yo con el kirchnerismo no voy ni a la esquina porque van a las elecciones en busca de fueros”, dijo, acusando a Cristina Kirchner de presentarse como candidata para buscar inmunidad parlamentaria ante una eventual condena de la justicia por corrupción. Es probable que tenga razon y que ambos no terminen yendo ni a la esquina.

Dada la explícita rivalidad entre ellos, Massa y Kirchner sorprendieron en 2019 cuando anunciaron que se aliarían junto con Alberto Fernández -crítico de ambos-, para formar una coalición electoral panperonista -el Frente de Todos (FdT)- con la intención de obturar un segundo mandato de Macri. La estrategia funcionó y la tríada asumió el gobierno: Fernández como presidente, Kirchner como vicepresidenta y Massa como presidente de la Cámara de Diputados.“La ventana estaba abierta para reunificar el peronismo. Massa vio la oportunidad y la aprovechó”, dice Novaro. “También percibió, con astucia, que le convenía no estar en el Ejecutivo y sí en la Cámara de Diputados. Eso lo puso en una posición de poder propio, autónomo de Fernández y Kirchner”. Pero el éxito electoral de la coalición no se tradujo en éxito de gestión. Las diferencias en el seno del FdT agravaron un panorama ya de por sí dificultado por la pandemia y una histórica sequía que redujo fuertemente el ingreso de los dólares del campo, la principal fuente de divisas del país. En las elecciones de medio término de 2021 el oficialismo sacó 13 puntos menos que en los comicios presidenciales, quedando ocho puntos por detrás de Juntos por el Cambio, la fuerza de Patricia Bullrich (La Libertad Avanza de Javier Milei solo participó en la ciudad de Buenos Aires, obteniendo dos bancas en la Cámara de Diputados) y tras la catástrofe politica y cultural, vino la debacle económica.

Incompatibilidades

En medio de una aceleración inflacionaria generada por la emisión récord de dinero, que llevó a que el alza de precios alcanzara casi un 100% en 2022, el ministro de Economía, Martín Guzmán -abiertamente enfrentado con Cristina Kirchner- renunció en julio de ese año. Lo que parecía un colapso inevitable logró ser contenido cuando Massa, con el respaldo de sus dos socios políticos, tomó el control de esa y otras dos carteras económicas en agosto, convirtiéndose en un “superministro”, como lo apodaron los medios. “Massa no es un economista sino un político. Pero el punto es que la crisis argentina es política. Hace falta una persona con espalda y habilidad política”, comentó en ese momento el analista Carlos Fara quien, lo hace en otro acto de corrupcion, porque su mujer Gabriela Jurevicius es empleada de Diana Saiegh en el Fondo Nacional de las Artes. Todo esto no habla bien sino muy mal Massa. En los 14 meses que Massa lideró el ministerio de Economía la crisis inflacionaria se agudizó, alcanzando dos dígitos por mes a partir de agosto. Y el Banco Central se quedó sin reservas. No obstante, cuando llegó la hora de elegir a un candidato del oficialismo para las elecciones de este año, tanto Cristina Kirchner como el presidente Fernández -sus dos antiguos rivales- lo postularon a la presidencia. Este fue un premio por haber agarrado una papa caliente.

Massa llega a la segunda vuelta por el miedo de la sociedad a ese monstruo que tiene en sí misma y que financió al peronismo historico. Massa puede comunicar miedo porque es lo que sintió toda su vida como rehen de un rosario de mujeres fuertes. No me consta que sea homosexual pero han habido rumores y ojo de loca no se equivoca. El modo en el que Malena lo protege es bastante parecido al modo en el que Esme Mitre protegía a Loperfido.

La apuesta dio sus frutos: en las primarias de agosto pasado Massa fue el segundo candidato más votado, después de Milei. Y ahora acaba de dar un batacazo que nadie había anticipado, siendo el más votado en esta elección. La pelea de fondo es la del Estado como financiador de la política lo que hace a la propuesta de Milei imposible sobretodo con un Macri que copio lo peor del peronismo pero en version pelotuda. Massa es un portavoz del estado como presencia excluyente en la vida diaria de los argentinos -desde la educación y la salud pública hasta los subsidios al transporte-, advirtiendo que estarían en riesgo con un gobierno no peronista y ultraliberal como el de Milei, que defiende un Estado mínimo. Tampoco habla bien de el, el modo en el que uso al estado como aparato proselitista al, despues de la elección, lanzar una serie de ayudas fiscales como si fuera su propio dinero. Bisexual muy posiblemente, consumidor doblemente enclosetado, pollerudo, sin control, corrupto e inseguro. Ideal para la presidencia argentina. J A T

 

 

 

2 Responses

  1. Es la segunda vez, al menos, que vemos videos de Massa fuera de sí ¿En un mundo donde ganan los Jokers esto le restará o sumará votos?

    Milei es procaz, desmedido, corajudo, auténtico hasta el punto que quisiéramos que no lo fuese tanto.
    Massa es político, pragmático, audaz, leal únicamente a él mismo.

    Uno representa un salto al vacío, el otro lo tristemente conocido.

    Si Milei es inestable psíquica y emocionalmente, Massa es inestable de palabra y nos preguntamos si la máxima que dicta que cada nación tiene a los gobernantes que se merece nos quedó grande o se ajusta perfectamente.

    La encuesta que circula en los grupos de WhatsApp pregunta si votas al chorro o al demente. Algunos se deciden por el voto blanco/nulo o la abstención patriótica.

    Gane quien gane tendremos un arco político signado por la polarización extrema y nada constructiva y una crisis económica que amenaza con llevarse puestos a 20 o 25 millones de argentinos.

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